Grandes sagas: Harry Potter

La saga de libros creada por J.K. Rowling cuenta con un amplio universo cinematográfico en el que adentrarse para conocer los secretos que alberga su mundo. Comprender las tradiciones, las casas, los hechizos y los personajes que inundan y enriquecen su creación es un reto que ha conseguido encandilar a grandes y pequeños a lo largo de los años. Toca situarse delante de las puertas de Hogwarts para mover nuestra varita y gritar: «¡Alohomora!». En grandes sagas, hoy: Harry Potter.

Harry Potter y la piedra filosofal (2001)

de Chris Columbus

El día de su onceavo aniversario, Harry Potter descubre que es hijo de dos magos. En la escuela de Hogwarts ha de aprender todo lo necesario para desarrollar sus poderes y enfrentarse a su terrible pasado.

La obra primigenia que nos adentra en el universo de Harry Potter se explaya en su presentación inicial de personajes, contexto y entorno, y planta los cimientos de todo un universo mágico que irá evolucionando y modificando su tono en siguientes entregas. Chris Columbus (Solo en casa, Señora Doubtfire…) le imprime un tono de aventura clásica dirigida al público más juvenil, dotando a la trama de una inocencia que acompaña a la perfección a la ilusión con la que Harry se enfrenta a un mundo desconocido repleto de enormes posibilidades y constantes secretos por descubrir. Allí le acompaña una gran reputación y le persigue una profecía, pero también puede sentirse realmente valorado. La cuidada producción, el vestuario, la escenografía, un reparto volcado en el proyecto y una banda sonora del mítico John Williams de las que erizan el pelo del cogote, consiguen que el primer paso dentro de Hogwarts se convierta en una entrada magnífica a las adaptaciones de los libros de Rowling.

Harry Potter y la cámara secreta (2002)

de Chris Columbus

Terminado el verano, Harry está deseoso de volver a Hogwarts, pero Dobby, un elfo doméstico, le anuncia que corre peligro si vuelve al colegio de magia y hechicería.

Tras la mágica obra inicial del universo Harry Potter, el propio Columbus es el encargado de realizar la esperada segunda parte de la saga. Una digna secuela que queda ensombrecida por una trama que extiende su relato en exceso y que acaba afectando a la experiencia. La introducción del personaje de Dobby, la magnífica interpretación de Kenneth Brannagh encarnando al encantador y ególatra Gilderoy Lockhart y la aproximación al pasado de Lord Voldemort, son de largo lo mejor de un film que se siente menos redondo que su predecesora. Resulta asombroso como repitiendo equipo de rodaje, reparto, compositor, director y ampliando la mirada sobre la mitologia, no se consigue alcanzar el nivel de excelencia de la primera película. Cabe destacar que La cámara secreta comienza a alejarse lentamente de la luminosidad original para ir adentrándose en los misterios y oscuridad que impregnará las obras futuras del universo de Harry Potter.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)

de Alfonso Cuarón

Harry Potter y sus amigos inician su tercer año de estudios en Hogwarts. Allí descubren que se ha fugado Sirius Black de la prisión de magos de Azkaban, y busca venganza.

Alfonso Cuarón recoge el difícil testigo de Chris Columbus y consigue crear con El prisionero de Azkaban la mejor película de la saga Harry Potter, mimetizando el sello autoral propio del director mexicano con el universo creado por J. K. Rowling. El montaje, movimiento de cámara y ritmo impregnado en la película rezuman el estilo de Cuarón, cosa que en una superproducción de este tipo resulta muy complexo de conseguir. La fantasía mágica coquetea con el terror gótico de forma abierta para acompañar en este viaje del trío protagonista de la infancia a la adolescencia, transitando por ciertos atisbos de madurez y los miedos que inevitablemente conlleva. El tono más oscuro y lúgubre, la aparición de los terroríficos Dementores y los memorables personajes de Remus Llopin y Sirius Black, encarnados por los magníficos David Thewlis y Gary Oldman, destacan en una obra que por mérito propio merece formar parte de las referentes del género fantástico de la historia del cine.

Harry Potter y el cáliz de fuego (2005)

de Mike Newell

En Hogwarts se va a realizar la prestigiosa competición del Torneo de los Tres Magos en el que participan las tres escuelas de magia más famosas de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang.

Tras la magnífica El prisionero de Azkaban, la responsabilidad de dirigir la nueva película de la saga recae en Mike Newell, quien consigue solventar la papeleta con más que solvencia. La introducción de un torneo en el que enfrentarse a peligrosas pruebas contra otras escuelas de magia y el duelo final con Lord Voldemort, encarnado por un terrorífico Ralph Fiennes, son las dos puntas de lanza de una obra que sigue profundizando en el proceso madurativo de los tres jóvenes protagonistas, siempre con la visión y limitaciones de un blockbuster que tiene el objetivo de reventar la taquilla. De ritmo intenso y con voluntad de seguir haciendo crecer las aventuras de Potter, el film se consolida como siguiente paso hacia un relato épico-juvenil más tenebroso. Los detractores de la película son los más acérrimos seguidores de las novelas por una adaptación más que libre del material original, pero obviando los libros, hay que reconocer que el film cumple con su función y resulta un divertimento muy completo.

Harry Potter y la orden del Fénix (2007)

de David Yates

El Ministerio de Magia niega el regreso de Voldemort e inicia una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, encomendando a la profesora Dolores Umbridge la tarea de vigilar sus movimientos.

La saga de Harry Potter ha brillado con éxito en sus anteriores entregas repitiendo reparto, equipo, guionista y variando únicamente el cargo de dirección, pasando por Columbus, Cuarón y Newell. En esta quinta entrega el habitual guionista de la saga, Steve Kloves, es substituido por Michael Goldenberg, y la dirección pasa a ser responsabilidad de David Yates, quien se consolida como director de todas las películas restantes de la saga. Estos cambios de rumbo en dirección y guion se reflejan claramente en el film, con una obra más irregular que el resto de películas de la saga. La ya de por sí compleja novela, la más extensa de la saga, cuenta con una adaptación que recorta sucesos y tiene una duración incomprensiblemente menor al resto. Aun así hay que aplaudir que la mejor villana de la saga se hace enorme en La orden del Fénix, la arrogante, irritante y amargamente dulce Dolores Umbridge interpretada por una inmensa Imelda Staunton.

Harry Potter y el misterio del príncipe (2009)

de David Yates

Dumbledore sabe que la Profecía está próxima, el momento en el que Harry y Voldemort se enfrenten a muerte. El director pide ayuda a Harry y juntos emprenden un peligroso viaje.

La sexta película de Harry Potter es, para un servidor, la película más floja de la saga y aunque no ensombrezca la valoración global y contenga algunos momentos brillantes, resulta un bache en el divertimento general. El misterio del príncipe peca de fatiga, de existir próxima a la resolución final, de estar a las puertas de un gran clímax final, resultando agotadora. Las tramas amorosas adolescentes se alargan y los elementos narrativos se sienten inconexos, aunque proporcione algunos momentos espectaculares, como la secuencia del lago. Pese a cierta consolidación y manejo del rumbo tras la dirección de David Yates, la narración resulta más atropellada, cargada y menos interesante que de costumbre. Pese a todos los males, que no son pocos, hay que reconocerle a la obra que consigue un final trágico que deja la obra muy en alto, sirviendo de magnífico puente para el desenlace dividido en dos capítulos que viene por delante.

Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 1 (2010)

de David Yates

Harry Potter debe destruir los horrocruxes, unos artefactos mágicos con fragmentos del alma del señor oscuro, para poder acabar con Lord Voldemort.

El desenlace de la saga de Harry Potter alcanza su apogeo en Las reliquias de la muerte y Hollywood no puede dejar de exprimir esta franquicia con una única obra que sirva de punto y final, por lo que opta por crear una dilogía de películas que resuelvan el profético enfrentamiento entre Potter y Voldemort. Como sucedía en la anterior El misterio del príncipe, con el presente film todo se siente estirado cual rollo de chicle Boomer, haciendo que enfrentarse a la película se convierta en una experiencia extenuante. Dejando de lado la acción de forma voluntaria, la narración se centra en el trío protagonista, convirtiendo la propia propuesta en un homenaje a tres actores que han ofrecido gran parte de su infancia para encarnar a Harry, Hermione y Ron. Ritmo pausado, cero acción, mucho melodrama y una escena para el recuerdo: Harry y Hermione bailando en la tienda de campaña mágica a ritmo de Nick Cave. Se siente inevitablemente como un tiempo muerto antes de los fuegos artificiales.

Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 (2011)

de David Yates

Harry, Hermione y Ron han de recuperar la espada de Gryffindor para destruir los últimos horrocruxes. Mientras tanto, Lord Voldemort está a punto de conquistar Hogwarts .

El esperado final, la gran y épica batalla entre Harry y Voldemort, el fin de fiesta, por fin, alcanza su cénit en Las reliquias de la muerte – Parte 2. Abordar ésta película con la mente abierta y con cierta ansiedad por disfrutar de una obra que sirve de punto cumbre de una saga juvenil de género fantástico que se ha ido oscureciendo con cada obra que avanzaba a lo largo de su extensa saga, permite gozar de su epicidad y obviar sus carencias. Si se consigue suplir el abundante uso de la cámara lenta, el constante subrayado argumental y el melodrama tonal que ha echado a patadas a un toque humorístico que sentaba muy bien a la saga, la película presenta un gran número de brillantes escenas de acción, un ritmo intenso y constante y momentos que verdaderamente consiguen sacar lágrimas de la persona más distante del universo de J.K. Rowling. Un taquillazo genuino e intenso. David Yates, a la cuarta va la vencida.

Top personal

  1. El prisionero de Azkaban
  2. La piedra filosofal
  3. El cáliz de fuego
  4. Las reliquias de la muerte – Parte 2
  5. La cámara secreta
  6. La orden del Fénix
  7. Las reliquias de la muerte – Parte 1
  8. El misterio del príncipe

«No son nuestras habilidades las que muestran como somos, sino nuestras elecciones”

2 comentarios en “Grandes sagas: Harry Potter

  1. ¡Hola! Que buen repaso a estas películas. Yo leí los libros pero no soy una purista, me encanta «El cáliz de fuego» y entiendo que no se podía adaptar el libro fielmente por cuestiones de tiempo me pasa lo mismo con «El prisionero de Azkaban» se que hay varias cosas importantes que se omiten pero me encanta la película, por eso prefiero ver los films como una historia paralela.

    Eso si lo que hizo Yates con la saga no se lo perdono XD La sexta película, la que menos te gusta tenía bastante información sobre el pasado de Voldemort y su familia, pero lo ignoran totalmente fue un completo desperdicio, cuando pudieron profundizar en el villano le tuvieron miedo al excito.

    De todas formas como saga cinematografica tiene más cosas positivas que negativas y los que nos criamos esperando el estreno de cada película siempre la recordaremos con cariño. Gran entrada 🙂 ¡Saludos!

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    • Hola,
      Muchas gracias por comentar y por dar el punto de vista de alguien que se ha leído la saga literaria. Imagino lo difícil que ha de ser realizar una abstracción y dejar los libros de lado para disfrutar de las películas. Estoy de acuerdo que las propuestas menos acertadas de la saga son las de David Yates y que de las mejores películas son las dos que has referenciado directamente, aunque ya veo que los libros son superiores.
      Saludos.

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