
Hay pocos nombres en el cine actual de terror que generen tanto revuelo y diversidad de opiniones como los de Ari Aster, Jordan Peele o Robert Eggers. Medios de comunicación y redes sociales han acuñado el antipático concepto de terror elevado, etiqueta utilizada para intelectualizar ciertas obras y ponerles un sello de distinción que las ponga por encima del resto de films de género. Huyendo de esa etiqueta y posicionándome a favor de las creaciones de esos autores, el director tras las magníficas La bruja y El faro vuelve a la carga con su nueva película. Hoy toca hablar de El hombre del norte.
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