«El hombre de las mil caras»: Poco pan para tanto chorizo

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“La isla mínima” es mi thriller español favorito y su director, Alberto Rodríguez, estrena película. Ambientada en los años 90, centrada en los tejemanejes políticos de esa época y con un Eduard Fernández premiado en el Festival de San Sebastián por su papel de ex agente secreto, voy al cine con ganas de ver que me depara lo nuevo de este gran director. Hoy toca hablar de “El hombre de las mil caras”.

“El hombre de las mil caras” (2016) – Vista el 06/10/2016

Título original: “El hombre de las mil caras” (123 min.)

Director: Alberto Rodríguez

Guión: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos (Libro: Manuel Cerdán)

Reparto principal: Eduard Fernández, José Coronado, Carlos Santos y Marta Etura

Género: Histórico, Thriller

¿De qué va? (Sin Spoilers)

En los años 90 un exagente secreto del gobierno español llamado Francisco Paesa, recibe la visita de Luis Roldán y de su mujer. La visita tiene un claro objetivo: Luis Roldán quiere salvarse de la cárcel, conservar dos casas de lujo y mil quinientos millones de pesetas conseguidos de manera ilícita.

Un maestro del thriller y un actor en plena forma

Alberto Rodríguez, el director de la película, demostró con “7 vírgenes” (que ya cumple 11 años, como pasa el tiempo…) que tenía un gran temple y frescura en la dirección y que aparte de dirigir era capaz de escribir grandes guiones junto con su inseparable compañero y escritor Rafael Cobos. En esa película centraba la historia en un barrio marginal donde los protagonistas eran los quinquis que vivían en él. Repetía entorno (y número también) en “Grupo 7”, thriller centrado en la intervención policial en esos barrios marginales. Pero el verdadero campanazo lo consiguió con “La isla mínima”, thriller con grandes golpes de efecto pero a su vez intimista, de personajes oscuros y llenos de medias verdades, de entorno agreste y hostil y ambientado en una época con más secretos que verdades. Se le achacó el parecido de trama y ambientación al de la primera temporada de “True detective”, pero para mí, eso es todo un halago. En ésta ocasión, va más allá y deja los barrios marginales y las historias más próximas para dar el salto a las grandes corruptelas políticas que se vivieron en los años 90 en España, englobadas sobretodo en un personaje central: Luis Roldán.

A nivel interpretativo, el peso de la trama cae en un trio de actores bien dispar: José Coronado, Carlos Santos y Eduard Fernández. Coronado ha conseguido ganar reconocimiento gracias al punto de inflexión que supuso en su carrera “No habrá paz para los malvados”, donde con su papel del implacable agente Santos consiguió grandes críticas de forma unánime y nos permitió olvidar su tránsito intestinal durante una buena temporada. Santos por su parte será más recordado por su papel de “Povedilla” en “Los hombres de Paco” y por sus colaboraciones en comedias del cine español como “Torrente” o “Fuga de cerebros”. Y el peso pesado de la película, Eduard Fernández, se puede decir que es el actor español que está más en forma en la actualidad y lleva en su haber un listado de grandes películas e interpretaciones: “Una pistola en cada mano”, “En la ciudad”, “Tres días con la familia”, “El método”… ¡Un no parar!

Una película de espías a la española sin Torrentismos

Recuerdo unas vacaciones, cuando aún no había llegado la adolescencia y me peleaba con mis padres un día sí y otro también, que fui con ellos a Tossa de Mar. Allí subimos a uno de esos típicos barcos con fondo de cristal que hacen una ruta por mar abierto para ver el fondo marino. Lo que más recuerdo de esa excursión es un hombre mayor que nos acompañaba y que no paraba de decir barbaridades como: “ya verás cómo venga un tiburón y nos raje el fondo de cristal, pa lo hondo!” o “aquí dejaba yo a mi mujer, en el fondo del mar!”. La mejor de todas y por eso comento la anécdota aquí, fue cuando entramos en una de las cuevas que formaba el litoral y soltó: “Ya verás que aún nos encontraremos a Roldán aquí dentro”. Y es que por aquel entonces, en los años 90, era el tema que estaba en boca de todos.

En la película se nos explica lo sucedido en los años en que Roldán era buscado a nivel mundial tanto por la policía española como por organismos internacionales e incluso bandas armadas. Esa es una de las grandes bazas de la película. Muchas veces se peca de prestar atención a películas que hablan sobre grandes casos de corrupción o de interés político que suceden en otros países, y nos olvidamos que en España, este tipo de casos abundan. Nuestro es el eslogan de «Hay poco pan para tanto chorizo».  Una gran excepción sobre esto que comento es la muy recomendable serie producida por Canal+: “Crematorio”, donde se centra más en el bombazo inmobiliario de la costa del Sol. Quizá las dos grandes razones que pueden explicar porque no se han tratado demasiado estos temas es que hay que ser valiente para hacerlo, puesto que es muy fácil que te lluevan las críticas, y a su vez, hay que hacerlo con especial mimo y cuidando cada detalle para ser fiel a la realidad. En éste aspecto, la película lo consigue y hay que reconocérselo, puesto que es detallista y valiente, pero tiene otros fallos que no se le pueden perdonar.

La película arranca con fuerza y ritmo cuando se nos empiezan a poner las cartas sobre la mesa y se nos muestran los diferentes personajes que llevaran el peso de la acción, el problema es que llevado un tercio de metraje, el ritmo decae considerablemente y la trama se atasca y se centra demasiado en detalles que parece que aportan complejidad y que servirán para proporcionar los giros inesperados al final de ésta. El problema es que ni son inesperados ni son complejos, y provoca artificialidad en el argumento y que nos distanciemos de la película. Resumiendo: “pasta hervida en agua caliente a temperatura determinada con sofrito de tomate y cebolla caramelizada con queso parmesano rallado por encima” son “macarrones con tomate y queso”, por muchas vueltas que le des y muy complejo quieras que parezca el plato.

Los otros dos lastres que tiene la película a mi parecer, son José Coronado y las excesivas conversaciones y explicaciones ofrecidas por los personajes a lo largo de la historia. Me explico. Yo no soy defensor ni detractor de José Coronado, pero en ésta película, donde hace del Piloto de aviones compañero de Francisco Paesa y cómplice de sus tejemanejes, muestra tan poca energía y desgana que se hace contagioso, especialmente en los momentos en que su voz aparece en off para explicarnos detalles de la trama. De verdad, los mejores momentos son los que no aparece él en pantalla y en los que tampoco se le escucha. Sobre lo comentado de la trama, me choca que en una película sobre espías y con tramas políticas de por medio, los personajes hablen tanto y tanto. Me creí y disfruté mucho la película de espías “El topo”. No es una película fácil, pero si quieres tratar con realidad una trama de espionaje, creo que las miradas, los actos, los silencios, han de decir más que las conversaciones entre los personajes.

Para cerrar, quiero destacar la gran sorpresa que ha sido Carlos Santos interpretando a Luis Roldán en un papel redondo como exdirector de la Guardia Civil a la fuga. A mi parecer, se come en pantalla al premiado Eduard Fernández, que está correcto, y al que nunca le he visto un mal papel, pero no me da la sensación de que despunte especialmente en su interpretación como para darle la Concha de Plata al mejor actor. En su defensa diré que se trata de un personaje muy contenido y que muestra pocas veces lo que está pensando, cosa que da poco margen al lucimiento.

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Resumiendo que es gerundio

La historia de Luis Roldán y lo que sucedió los 11 meses de su desaparición con todo el entramado político y de espionaje que supuso son un aliciente para ir a ver la película. El gran problema que lastra el film es que no sigue con el ritmo inicial y la trama decae fuertemente a un tercio del metraje, cuando se centra en detalles de la historia con poca garra e importancia y que servirán para que como espectadores nos amodorremos bastante. Gran interpretación de Carlos Santos como Roldán, correcta interpretación de Eduard Fernández y un desastre de papel para José Coronado (problemas de tráfico intestinal imagino). Alberto Rodríguez en ésta ocasión y muy a mí pesar se ha quedado en un intento correcto.

Lo mejor: la actuación de Carlos Santos haciendo de Luis Roldán, muy por encima del premiado Eduard Fernández, y una trama de corrupción española mostrada en la gran pantalla, algo poco habitual

Lo peor: la actuación de José Coronado y la (aparente) complejidad argumental de la película

Te gustará si… buscas una historia de espías a la española con fuerte carga en las conversaciones entre personajes

La odiarás si… vas con las expectativas muy altas por los nombres que lleva detrás la película y esperas una trama atrayente y compleja

Me gustó más que: El hombre más buscado

Me gustó menos que: El topo

Nota: 6,5/10

Una respuesta a “«El hombre de las mil caras»: Poco pan para tanto chorizo

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