Una película de Tim Burton siempre es algo que celebrar en las carteleras, sobre todo por la peculiaridad de los universos que nos muestra, tanto a nivel artístico como en las propias historias que nos narra. Ésta semana aprovecho de nuevo la Fiesta del Cine para escaparme a ver su última película. Hoy toca hablar de “El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares”.
“El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares” (2016) – Vista el 26/10/2016
Título original: “Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children” (127 min.)
Director: Tim Burton
Guión: Jane Goldman (Novela: Ransom Riggs)
Reparto principal: Asa Butterfield, Eva Green, Samuel L. Jackson y Terence Stamp
Género: Aventura, Fantasia
¿De qué va? (Sin Spoilers)
Jacob de 16 años sufre una gran tragedia familiar que le lleva a viajar Gales en búsqueda del hogar de Miss Peregrine para niños peculiares. Al llegar al hogar, descubrirá porqué se les nombraba peculiares, y es que los niños que vivían allí, tenían poderes fuera de lo común.
La etiqueta “Tim Burton”
El director de peinado peculiar (como los niños de su película) siempre ha impregnado de su punto de vista artístico tan particular todas sus películas. Repasando su filmografía tenemos grandes películas como el clásico “Eduardo Manostijeras”, las dos primeras películas realizadas en cine de “Batman” donde muestra un punto de vista muy personal de Gotham, el tremendo drama que hay en el relato de padre a hijo que es “Big Fish” o locuras como “Mars Attacks” y sus marcianos destructores y otro gran número de películas que no menciono de una calidad excelente. Todas comparten algunos de los elementos típicos del cine de Tim Burton: una estética muy trabajada, puntos de ambientación gótica, tanto a nivel estético como a nivel musical, personajes extremos en su apariencia física y comportamiento (aunque esto último depende del film y del personaje) e historias poco convencionales. La etiqueta “Tim Burton” se convierte en un sello propio muy particular de su cine y hace que los fans no se pierdan una de sus películas. Hasta aquí lo bonito (que no es poco).
Tengo un problema con el cine de Tim Burton. Bueno en realidad tengo dos, y creo que a la mayoría de fans del director les sucede lo mismo. En sus últimas películas parece más interesado en trabajar la parte visual y artística de la película dejando más de lado la historia y abusando de los efectos especiales. También que parece más interesado en acceder a un público mayoritario, dándole un punto más comercial e insubstancial a sus propuestas. Al menos eso creo, sino soy incapaz de entender que haya podido realizar “Alicia en el país de las maravillas” o su infumable versión de “El planeta de los simios”. En ésta ocasión no sé qué Tim Burton encontraré en la película, el inspirado y más transgresor o el (me temo) más comercial y centrado en lo visual que en la historia.
Un cuento que enamora con un aburrido final
La película consigue transmitir la sensación de películas que los que ahora estamos alrededor de los 30 años (yo he de decir que por encima) pudimos disfrutar en las imaginativas películas de los años 80 que hablaban de chicos jóvenes que se veían mezclados con personajes con poderes y situaciones llenas de aventuras y fantasía. Los que rondamos los 30 años lo vivimos con “La historia interminable” o “Dentro del laberinto” y entiendo que los que rondan los 20 lo vivieron especialmente con la saga “Harry Potter”. La película se podría decir que entra en el sello de éste tipo de propuestas. Y lo hace increíblemente bien, en sus inicios y en el posterior desarrollo de la trama.
En el film se nos explica como Jake de 16 años, ha de viajar en búsqueda del hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, donde su abuelo estuvo viviendo unos años cuando era joven. Allí descubrirá que esos niños tenían extraños poderes y que residían allí para poder controlarlos mejor y estar escondidos y protegidos de la sociedad (la historia tiene tufillo a X-Men). Como se nos van desvelando los misterios y como nos introduce en éste particular hogar y en sus huéspedes es lo mejor de la película. Toda la magia del cine de Tim Burton se concentra en un gran despliegue visual y en una particular historia que le va como anillo al dedo para desarrollar su imaginario. En cierto momento en que el personaje del abuelo le cuenta las historias fantásticas a su nieto, me ha hecho recordar la genial “Big Fish”.
Toda la trama que nos ha estado planteando a lo largo de la película se desarrolla muy satisfactoriamente en pantalla y en muchos momentos he tenido la sensación de revivir esa magia del cine de antaño. Creo que hasta ha conseguido que salga en mí ese brillo en los ojos de ilusión, que ahora consiguen pocas películas y que normalmente es más fácil de percibir en los otros, como cuando le dices a tu pareja que al final la cena con la suegra se ha cancelado.
El problema de la película es su parte final. En el momento en que se nos presenta el contrapunto, los malvados a los que hay que vencer, la película pierde su tono y ritmo. Lo que se nos ha ido mostrando de forma sorprendente y coherente pasa a resolverse en un clímax final precipitado, sin alicientes y que no encaja en el conjunto de la película. De hecho, se pierde la oportunidad de conseguir un malvado memorable por infantilizar demasiado los actos del personaje de Samuel L. Jackson. De hecho, ni éste ni Eva Green consiguen despuntar en una película que acaba demasiado relegada a los efectos especiales y al potencial visual. Todo esto provoca que el disfrute proporcionado en la parte inicial y en el desarrollo de la historia, se vaya a pique en la parte final.
Resumiendo que es gerundio
Tim Burton te ata con su poderío visual, su imaginario, sus personajes extravagantes y su historia que rememora las mejores películas de aventuras y fantasía en que un joven cualquiera se ve arrastrado a mundos de magia y superpoderes. El problema es que lo hace en la parte inicial e incluso parte de su desarrollo. Todas esas buenas sensaciones decaen estrepitosamente cuando los personajes malvados de la película hacen aparición y todo se resuelve de forma precipitada, en un tono que no encaja con el resto de la película y dando mucho más peso a lo visual que a la propia historia. No es el Tim Burton de “Alícia en el país de las maravillas” pero tampoco el de “Sweeny Todd”. Deja un buen sabor de boca, pero la parte final tiene un regusto amargo que te chafa la opinión global de la película.
Lo mejor: la primera hora de metraje te ata y te lleva donde quiere con su magia
Lo peor: en cuanto se inicia el clímax final la película decae considerablemente perdiendo toda su magia inicial
Te gustará si… esperas ver un cuento con el imaginario de Tim Burton (especialmente en lo visual)
La odiarás si… crees que el mejor Tim Burton es el de películas como “Mars Attacks”, “Big Fish”, “Sleepy Hollow”, “Eduardo Manostijeras” o incluso “Charlie y la fábrica de chocolate”
Me gustó más que: Alicia en el país de las maravillas
Me gustó menos que: Big Fish
Nota: 6,5/10