La Fiesta del Cine ha llegado de nuevo y ha inundado los cines de gente. Para evitar películas más masificadas en salas como “Guardianes de la Galaxia Vol.2” o “John Wick: Pacto de Sangre” me he escapado a una propuesta con menos renombre pero igualmente atrayente. Hoy toca hablar de “Z. La ciudad perdida”.

“Z. La ciudad perdida” (2016) – Vista el 08/05/2017

Título original: “The Lost City of Z” (140 min.)

Director: James Gray

Guion: James Gray (Libro de David Grann)

Reparto principal: Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland y Robert Pattinson

Género: Aventuras, Drama, Histórico

¿De qué va? (Sin Spoilers)

A principios del siglo XX, Percy Fawcett, un militar, arqueólogo y explorador, decidió adentrarse en la selva del Amazonas con diferentes expediciones para descubrir la desaparecida ciudad de “Z”.

La Fiesta del Cine: el poder del marketing

Los días 8, 9 y 10 de mayo se ha celebrado la “Fiesta del Cine”. Días en los que las entradas para el cine tienen un precio reducido de 2’90€, sea la sesión que sea. Esto tiene sus ventajas e inconvenientes. Las salas de cine están llenas, se consigue que el cine sea más accesible y gente que normalmente no se plantea ir, va. Tratándose de una propuesta cultural, esto es genial. Pero parte de ese público poco habituado a ir al cine, es el mismo que suele ser poco respetuoso en su comportamiento. Huyo de las sesiones masificadas como de la peste, porqué precisamente me ponen muy nervioso esos comportamientos. Y no me reduzco a las palomitas o las bebidas industriales, me refiero a comentar lo sucedido en la pantalla constantemente, usar el teléfono móvil, hacer bromas, soltar eructos, pedos o lo que se tercie. Resumiendo: comportarse como un energúmeno en la sala.

Ayer mismo fui al cine que me queda más cerca de casa, los Odeon de Salt, en el Espai Gironès. Fui previsor y compré las entradas por Internet para evitar las colas que implican esos días, y evidentemente, escogí la película con menos tirada que pude encontrar en su cartelera: “Z. La ciudad perdida”. Haber escogido “John Wick”, “Guardianes de la Galaxia” o “Fast & Furious” hubiera conllevado un riesgo de tic nervioso en el ojo y probables gritos increpando a alguien. No vale la pena.

Es cierto que el cine es caro. Lo es. Pero también porqué no aprovechamos las oportunidades que se nos ofrecen. En Girona y Salt, los miércoles las entradas al cine tienen un precio fijo de entre 3’50€ y 4€. Estamos hablando de entre 0’60€ y 1’10€ más caro que el precio de la Fiesta del Cine. Olvídate de masificaciones y garruladas en la sala. Normalmente va poca gente y gente que quiere disfrutar de la película (algún o alguna adolescente que va para meterle mano con su pareja también claro). Y el día no es una excusa: la Fiesta del Cine se celebra de lunes a miércoles y ha llenado salas. Ahí queda.

Una aventura clásica en el Amazonas

El director de la película es James Gray, director de las notables “Two Lovers” y “La noche es nuestra”, entre otras. En la mayoría de sus trabajos se destila un tono clásico de entender el cine, reivindicando las fórmulas de antaño, en las que tiene más peso el dialogo entre personajes y las situaciones presentes entre ellos o frente al entorno que los grandes alardes técnicos o los golpes de efecto. En “Z. La ciudad perdida” se percibe esa visión más clásica de entender el cine, en la que incluso utiliza un degradado y desenfoque buscado de la imagen que nos hace parecer estar viendo una película filmada años atrás.

El protagonista es Percy Fawcett, un explorador que a principios del siglo XX quiso encontrar la ciudad perdida de “Z”, una antigua civilización que se encontraba en la selva del Amazonas. Es interpretado por un correcto Charlie Hunnam, más conocido por su papel de Jax Teller en la serie de moteros “Sons of anarchy”. En ésta ocasión hará de militar y explorador, que cansado de cargar con la deshonra de su apellido decidirá emprender una gran expedición para encontrar la antes citada ciudad y conseguir el reconocimiento público. Lo hará acompañado de un Robert Pattinson bastante cambiado por el maquillaje.

La película se puede etiquetar como la típica historia de aventuras y exploración de mundos desconocidos. ¿Quién no ha fantaseado en sus años mozos en convertirse en un gran descubridor? ¿Quién no hubiera querido ser un explorador de otra época? La acción sucede entre el 1906 y el 1925 y los hechos narrados van saltando en el tiempo con un uso muy inteligente de la elipsis. No parándose en detalles que quizá no tengan tanto interés y saltándose explicaciones innecesarias. Haciendo mención precisamente a la época en la que se ambienta la película, hay un cuidado especial tanto en el maquillaje como en los diálogos y situaciones que se viven. Los paisajes en los que se adentra la expedición son espectaculares y cuando la acción se desata en el río Amazonas la película gana en interés.

Quizá el gran problema de de “Z” es que ese interés que sucede en la primera exploración se diluye cuando vemos que la película no se desata en los momentos de acción. Opta por una contención más realista pero que hace perder espectacularidad. Esa visión más sobria, unida a la repetición de la fórmula a lo largo de la película (no cuento cuántas expediciones se realizan en la trama) hacen que se pierda ritmo y la atención del espectador. Su metraje de 140 minutos tampoco ayuda a disipar esa visión, haciendo que una historia de aventuras que pretendía ser una vía de escape o de traslado a nuestras ensoñaciones más exploradoras, se convierta en un largo viaje hasta el deseado final de la película. Se le reconoce la idea de mostrar en su mensaje la búsqueda de la “verdad personal” o el “objetivo en la vida” a través de la obsesión del protagonista por encontrar a “Z”, pero no es lo suficientemente atrayente como para solventar los problemas de los que peca el film.

Resumiendo que es gerundio

El cine de aventuras ambientado en otras épocas es un género atrayente por si mismo. Nos traslada a nuestra infancia y a nuestros sueños de ser grandes exploradores de otra época. Con esa mentalidad me adentré en “Z. La ciudad perdida” y obtuve una pequeña ración de ello, pero no fue el festín que esperaba. Historia genialmente ambientada a principios de siglo sobre un explorador que pretende descubrir una civilización perdida en la selva del Amazonas. Tiene algunos momentos de acción bien encontrados, una buena parte de discusiones entre los círculos de caballeros de la época y un uso de la elipsis más que correcto para avanzar en el tiempo, pero la película no acaba de despegar. Su ritmo tiene muchos altibajos, el tono sobrio y contenido no deja paso a la espectacularidad, repite en demasía la fórmula de las expediciones y tiene un metraje demasiado extenso como para no hacerse pesado. Una correcta película de aventuras de época que por no apostar por un tono menos clásico y por no arriesgar, no acaba de cumplir expectativas. Correcta.

Lo mejor: la primera incursión en la selva del Amazonas, el debate en la Royal Geographic Society, la parte de la Primera Guerra Mundial y las elipsis tan bien utilizadas a lo largo de la trama

Lo peor: exceso de metraje en la película, reiteración de la fórmula en los sucesos narrados y altibajos en el ritmo

Te gustará si… te gustan las películas clásicas de época y de exploradores

La odiarás si… esperas un “Indiana Jones”

Me gustó más que: Los últimos días del Edén

Me gustó menos que: Las cuatro plumas

Nota: 6/10