Sesión continua: El último duelo y La tragedia de Macbeth

Los reputados directores de renombre Ridley Scott y Joel Coen se adentran en la Edad Media para ofrecer dos relatos repletos de la violencia y el drama propios de la época. En la sesión continua de hoy toca hablar de El último duelo y La tragedia de Macbeth.

El último duelo: Rashomon occidental

Título original: The Last Duel (152 min.)

Año: 2021

Dirección: Ridley Scott

Guion: Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener (Libro de Eric Jager)

Reparto principal: Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck

Género: Drama, Histórico

El caballero Jean de Carrouges acusa a Jacques LeGris de abusar de su esposa, Marguerite de Carrouges. El Rey Carlos VI, decide que el conflicto se ha de solucionar con un duelo a muerte.

El maestro Akira Kurosawa puso en duda los fundamentos de la verdad y de la mentira, de la bondad y la maldad intrínsecas a la naturaleza humana y subrayó la importancia de los puntos de vista en la narración en Rashomon, uno de los grandes clásicos imperecederos de la historia del cine. La obra centra su historia en una cruel violación de una mujer y el posterior asesinato de su marido, contando el mismo relato desde tres puntos de vista diferentes: la del asaltante, la de la mujer violada y la del fantasma del marido asesinado. Tomando el testigo de Kurosawa, Ridley Scott propone el mismo juego de perspectivas en El último duelo.

El errático director de 84 años, capaz de crear grandes obras cinematográficas como Blade Runner, Alien, Thelma & Louise o Gladiator, también ha dejado una cantidad ingente de películas que han pasado por la cartelera sin pena ni gloria. El pasado año 2021, finalizó dos producciones repletas de grandes nombres de la industria cinematográfica actual, La casa Gucci y la presente El último duelo, centrándose esta última en la cultura de la violación en la Edad Media a través de tres prismas, el del marido ofendido por el acto, el del hombre acusado de violación y el de la mujer violada, correspondientes a los tres puntos de vista de los personajes que encarnan Mat Damon, Adam Driver y Jodie Comer, respectivamente.

El último duelo se aleja de los grandes aspavientos escénicos, la épica forzada y la grandilocuencia del Hollywood de blockbuster para focalizar su relato en los diálogos entre los personajes y la pura violencia física tan propia de las guerras de la época. Violencia que no sucede únicamente en el campo de batalla. Violencia que permanece escondida y que se desata en las alcobas de los castillos o en los cruces de aspavientos en los banquetes de celebración. El guion de Nicole Holofcener, junto a dos de los también protagonistas del film, Ben Affleck y Matt Damon, homenajea sin tapujos al clásico de Kurosawa, en una historia que muestra un mundo dominado por los hombres en los que se desatan los más bajos instintos, se guerrea y priman los intereses geopolíticos y financieros, el sistema judicial señala y acusa a la víctima de la violación y ese concepto añejo llamado honor (que esconde el ego y las inseguridades masculinas) prevalece sobre la dignidad. Temas claves en la sociedad del siglo XXI y que resultan absolutamente atemporales. Ridley Scott vuelve a los orígenes.

Lo mejor: los matices que diferencian el relato desde cada uno de los puntos de vista que se plantean. El trío protagonista formado por Comer, Driver y Damon, en ese orden. La violencia del duelo a muerte. El discurso contra el patriarcado estructural.

Lo peor: poco sutil al mostrar las divergencias entre los tres puntos de vista. Cierta sensación de reiteración. Un metraje un tanto excesivo.

Nota: 8/10

La tragedia de Macbeth: Shakespeare según Joel Coen

Título original: The Tragedy of Macbeth (105 min.)

Año: 2021

Dirección: Joel Coen

Guion: Joel Coen (Obra de William Shakespeare)

Reparto principal: Denzel Washington, Frances McDormand, Alex Hassell y Corey Hawkins

Género: Drama, Histórico

Macbeth escucha a tres brujas que profetizan sobre su figura como futuro rey de Escocia.

William Shakespeare es uno de los mayores dramaturgos de la historia y su obra es una de las que más se ha adaptado al cine y al teatro. Existen relatos que se han narrado tal cantidad de veces que su trama se convierte en universal, Hamlet, El rey Lear o Romeo y Julieta, por poner algunos ejemplos, forman parte del imaginario colectivo. Tratando de ofrecer un punto de vista primigenio sobre la monumental Macbeth, Joel Coen traslada el texto original a una teatral puesta en escena que bebe con descaro de las fuentes del expresionismo alemán y de la obra de Ingmar Bergman en un blanco y negro que consigue un inmenso poder de abstracción y cierto tono mágico en los hechos que acontecen.

La tragedia de Macbeth se muestra fiel al texto original, en el que la codicia de los hombres y su afán de poder se sostiene sobre los hombros del salvajismo. Todo está permitido si sirve para conseguir los anhelados propósitos de poder y fortuna. Macbeth y Lady Macbeth, interpretados magníficamente por Denzel Washington y Frances McDormand, cometen los más crueles actos de traición, desesperados por alcanzar la profecía que lanzaron tres brujas, las Hermanas Fatídicas, interpretadas por una terrorífica Kathryn Hunt. Pero los verdaderos protagonistas del film son la escenografía y la iluminación. Las formas arquitectónicas y los juegos de luces y sombras acompañan a la perfección a una obra sustentada en los complejos y extensos diálogos, descargando de escena cualquier tipo de distracción, y sin embargo, subrayando a la perfección la intención de la acción y el sufrimiento de los personajes.

Joel Coen se aprovecha del texto de Shakespeare para profundizar en una de las obsesiones temáticas de los hermanos, la del hombre frustrado, superado y finalmente destruido por el entorno que le rodea. A través de una propuesta que puede resultar excluyente por su extremismo, debido a la carga de sus diálogos y su expresionista puesta en escena, La tragedia de Macbeth consigue recuperar el texto clásico para ofrecer un punto de vista diferente que aúna las raíces de la teatralidad más radical con un sensible y profundo uso del lenguaje cinematográfico. Áspera, exigente, y sin embargo, tremendamente absorbente y rompedora.

Lo mejor: Denzel Washington en una de las mejores actuaciones de su carrera. La escenografía y la iluminación abrazando de forma descarada al expresionismo alemán. La sencillez y complejidad de su teatral puesta en escena. Las brujas.

Lo peor: la adaptación de Shakespeare descarga una ingente cantidad de diálogos en lengua clásica, haciendo que resulte tan exigente como satisfactoria (si se adentra en su propuesta).

Nota: 8/10

Me quedo con…

Las dos. En la sección de sesión continua en pocas ocasiones se alcanza el empate técnico, pero cada cierto tiempo me enfrento a películas que consiguen encandilarme por igual pese a sus posibles diferencias. En esta ocasión, vuelvo a apostar por las dos. Tanto El último duelo, basado en un relato con una presentación más canónica e inspirada en la clásica Rashomon, dividiendo la acción en tres puntos de vista para profundizar en un acto de violación, como La tragedia de Macbeth, más extrema para mostrar la icónica historia de Shakespeare, realizan un estudio sobre la cultura de la violencia y los juegos de poder presentes en la Edad Media, siendo ambas un claro reflejo de la sociedad actual y de la naturaleza humana.

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