Reconozco que la escena punk y hardcore siempre ha sido de mi interés, así como los movimientos políticos extremos (sobretodo para criticarlos), por lo que una película que mezcle esos elementos me llama muchísimo la atención. Hoy toca hablar de “Green Room”.
“Green Room” (2015) – Vista el 17/09/2016
Título original: “Green Room” (94 min.)
Director: Jeremy Saulnier
Guión: Jeremy Saulnier
Reparto principal: Patrick Stewart, Anton Yelchin, Imogen Poots y Alia Shawkat
Género: Independiente, Música, Terror, Thriller
¿De qué va? (Sin Spoilers)
The Aren’t Rights és una banda de punk que está de gira con su furgoneta, toca en locales pequeños y sobrevive a base de los 4 duros que consiguen por los conciertos y de robar la gasolina de los coches que se encuentran por su ruta. Por una cancelación de última hora, tienen la oportunidad de sacarse unas pelas tocando en un local que no está lejos de su ruta. El principal problema es que se trata de un local de neonazis.
De director independiente y famosa por una tragedia
Jeremy Saulnier dirige y escribe ésta película como ya hizo con sus anteriores trabajos “Murder party” y “Blue Ruin”. Es mi primera aproximación al director así que no podré comentar mucho más de lo que he leído por Internet (no he hecho los deberes), donde lo elogian como un director independiente capaz de mostrar historias bien trabajadas y sin efectismos, con sello propio a pesar de trabajar siempre con bajos presupuestos y destilando mucha energía en sus películas.
Desgraciadamente la película se ha hecho famosa sobretodo por uno de los actores de su reparto: Anton Yelchin, que interpreta a uno de los miembros de la banda punk. El actor falleció éste 2016 a los 27 años al ser atropellado por su propio coche (como una de las muertes de “A dos metros bajo tierra”, la realidad siempre supera a la ficción).
Elogiada por público y crítica por donde ha sido presentada, con temática de un grupo punk sitiado en un local de neonazis y con la etiqueta de cine independiente, la verdad es que tenía ganas de poder ver la película de una vez, ya que no pude hacerlo en el cine en su día (no fué estrenada en Girona, mi ciudad), tocará hacerlo ahora desde casa.
Concierto punk con bises sangrientos
El día a día de una banda minoritaria yendo de gira con su furgoneta son el arranque de la película. En ésta ocasión, la banda es The Aren’t Rights, el género el punk (o el hardcore si nos ponemos quisquillosos) y la gira los locales donde les permiten tocar por pocos dólares a cambio, restando las bebidas del precio final claro. Los que nos sentimos atraídos por éste estilo musical y por los entresijos del mundo del rock más underground nos veremos arrastrados indudablemente por la película, ya que es fiel al detalle y a las situaciones que se puede encontrar un grupo de éste tipo.
El caos se empieza a forjar cuando el grupo es contratado para actuar en un local de neonazis. La banda consigue que la energía se desate encima del escenario y se transmita al público (terrorífico) que hay debajo, que incluso disfruta del pogo entre ellos (baile realizado a base de golpes y empujones). Pero cuando todo parece que va bien, se produce un quiebro, un brutal suceso, que provocará que el grupo hubiera deseado no tocar nunca para esa panda de descerebrados con cabeza rapada y botas de cordones rojos. Recomiendo no investigar más la trama, lo mejor es ponerse la película y prepararse para pasarlo mal de verdad.
Jeremy Saulnier consigue mostrar en su película un submundo que muchas veces olvidamos que existe y que está próximo al nuestro. Lo hace a través de una ambientación oscura, centrada prácticamente toda en el local de los neonazis, lleno de paredes negras con pintadas extremistas, y en unos personajes que aunque no estén muy detallados, nos ponen en contexto rápidamente y de los que podemos aceptar los comportamientos que van teniendo. Y es que ésa es una de las grandes virtudes del film: tanto los personajes de la banda punk como los neonazis, siguen unos patrones bastante coherentes de comportamientos y de decisiones tomadas, haciendo que no nos extrañen los sucesos que van pasando en la pantalla por muy brutales que estos sean.
La película coge la pauta de grandes films de terror como “La noche de los muertos vivientes”, “La matanza de Texas” o otros clásicos en los que un grupo queda sitiado por otro grupo más peligroso y en el que irán cayendo uno a uno, y le da un lavado de cara para ponerlo en un contexto menos trillado y más moderno. Comentar que al igual que en esas películas, existen algunos momentos bastante sangrientos, a destacar cuando en la trama aparece ese quiebro que desencadena todos los sucesos posteriores, donde hay una escena bastante gore que nos hará apartar la vista de la pantalla o soltar algún grito de dolor (cual pellizco de huevo con la cremallera). Para calma de los que no gusten de este tipo de escenas, pueden estar tranquilos puesto que la película se relaja mucho en ese tema. En cambio, para los que esperábamos que la cosa se transformara en una orgía de sangre, no queda más que disfrutar de lo que ofrece la película (que es mucho) y olvidarse de lo que podría haber sido la película en unas manos que la llevaran al desenfreno. Se ha de reconocer que la película pese a esos momentos, se convierte en una propuesta seria, con destellos de humor negro en algunos momentos y más o menos creíble de lo que podría pasar en una situación de ese tipo.
Para acabar, quiero destacar la actuación de Patrick Stewart (aquí es mas malo que la Peste Bubónica) como cabecilla de la banda de neonazis, mostrando una actuación solvente y en la que se erige como la cabeza pensante de éste grupo de rapados sangrientos.
Resumiendo que es gerundio
Directa, potente, ambientada en un submundo misterioso para muchos y poco trillado, como es el del punk más underground y los locales de grupos extremistas, una historia que plantea una situación difícil y se resuelve con acciones bastante verosímiles por parte de los personajes, un Patrick Stewart convincente como cabecilla nazi y algunos momentos puntuales de violencia muy cruda. La película es la perfecta muestra de que hay veces en las que si el rio suena, sangre lleva, y tanto ruido alrededor de ella, estaba justificado.
Lo mejor: la primera canción de The Aren’t Rights en el local neonazi y cuando estalla la violencia más cruda
Lo peor: que la orgia de sangre que se presagiaba en un momento de la película no sea tal
Te gustará si… te gusta el punk, te dan asco los neonazis y te interesa mínimamente el cine de terror diferente
La odiarás si… eres más de radio fórmula y películas de terror convencionales
Me gustó más que: No respires
Me gustó menos que: This is England (¡Lapidadme! Se que no es de terror, pero al verla no dejaba de pensar en ésta película y lo mucho que me gustó en su momento)
Nota: 7,5/10
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