Anoche me despedí de mis amigos y pareja ya que se volvían a Girona después de estar todo el fin de semana compartiendo mucho cine (y algún que otro mojito) en el festival de cine de Sitges. Cena rápida y vuelta al hotel donde aprovecho para escribir en el blog y estrenar sección, con la idea de poder salir del formato de crítica habitual de la web y poder comentar eventos relacionados con el cine desde un punto de vista diferente. La sección se llamará “La Crónica”, y en este primer post (más bien: MEGAPOST) quiero comentar como ha ido el primer fin de semana del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya. Hoy toca hablar de “Sitges 2016”.
Sábado 8 y domingo 9 de Octubre en el Festival de Cine de Sitges.
Visto con perspectiva, el dolor de piernas, de culo (nada de bromas fáciles con Sitges) y los ojos cansados, implican que el fin de semana ha dado mucho pero que mucho de sí. Para quien lea esto y no conozca el Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, decir simplemente que se celebra a mediados de Octubre en la localidad costera de Sitges y que está especializado en cine fantástico y de terror, pero hace ya muchas ediciones que incluye cine más familiar, thriller, animación, dramas o propuestas de cualquier tipo. Un diez para el público que asiste a cada sesión y crea ése ambiente tan Sitges, donde cada vez que aparece el video de presentación del Festival o una escena espectacular no se corta en aplaudir y gritar o por otro lado, si la película no responde expectativas, se lleva un sonoro (y seguro que merecido) abucheo. Empiezo a explicar todo lo visto (y disfrutado):
“The neighbor” (2016) de Marcus Dunstan
Desayuno completo y primera sesión a las 10 de la mañana para ir a ver la película a la sala Retiro de Sitges: “The neighbor”.
Una pareja joven se encarga de trabajar para su tío mafioso cambiando matrículas para coches robados. Con el tiempo, deciden dejar esa vida atrás y empezar de cero. El problema surge cuando su camino se cruza con el de su vecino, alguien metido en negocios también muy poco lícitos.
“The neighbor” es un thriller con puntos de terror que hace recordar en muchos momentos a películas como la reciente “No respires” o a la también dirigida por el Marcus Dunstan: “The collector”. Película que consigue tensión con pocos recursos y si aceptamos algunos momentos poco creíbles y nos dejamos llevar por ella, es altamente disfrutable. Hay que decir por eso y visto con la perspectiva de todo el fin de semana, puede que se trate de la película más floja de todas las vistas.
“Under the shadow” (2016) de Babak Anvari
Después de estrenarnos en Sitges, salimos de la sala Retiro y nos dirigimos hacia el hotel Melià para acceder a la sala Tramuntana. Hacemos de tripas corazón y apartamos la mirada de los estands del paseo porqué tenemos muchas ganas de ver la segunda película del día y no tenemos mucho tiempo para llegar a la sala. Ésta vez vamos a ver: “Under the shadow”.
Un médico y su mujer estudiante de Medicina, viven en el Teherán de los años 80, en plena guerra entre Irán e Irak. Allí, tienen una hija pequeña que siempre va con su muñeca de trapo. Un día, destinan a su padre al frente para tratar a los heridos, por lo que la madre se queda sola para cuidar de su hija. La madre, so solo tendrá que hacer frente a sus frustraciones para cuidar a su hija, también ha aparecido un ser extraño que las acosa en su propia casa.
“Under the shadow” es una producción del Reino Unido y de países árabes donde se nos narra la historia de una madre que ha de hacer frente a un ser que aparece en la casa y que la acosa a ella y a su hija. Película que consigue momentos de buen terror y tensión, con una fotografía muy fría y una buena actuación del personaje de la madre. Detrás de la historia de terror, se esconde una crítica al régimen islámico y a la dureza de la vida en el Teherán de los años 80. Como punto negativo, se le puede achacar un gran parecido en su trama a la película Australiana de terror del 2014: “Babadook” (altamente recomendable).
“Catatonic” (2014) de Guy Shelmerdine
Salimos de la segunda película y nos topamos con dos macro estands publicitarios en los que sacar el adolescente que llevamos todos los del grupo dentro: el de Movistar+ donde te puedes hacer una foto en el trono de hierro (100% postureo friki) y el de Samsung, llamado Samsung Cocoon, donde disfrutar de experiencias en 3D con gafas de realidad virtual. Allí disfrutamos (o sufrimos) de nuestro primer cortometraje en realidad virtual: “Catatonic”.
Se trata de una experiencia inmersiva con gafas de realidad virtual y cascos, en la que nos ponemos en la piel de un paciente de un centro psiquiátrico. Nos encontramos atados y sentados en una silla de ruedas siendo empujados por un celador que nos irá introduciendo en la parte más oscura de éste manicomio lleno del imaginario típico de las películas de terror. Las gafas y los cascos te aíslan absolutamente del exterior, consiguiendo una experiencia en que las imágenes han conseguido que más de una persona tenga que sacarse las gafas para airearse de ese entorno tan “mal rollero”. Cinco minutos de inmersión en un túnel del terror totalmente recomendables.
“The age of shadows” (2016) de Mil-Jeong
Comida copiosa de menú y siesta de rigor en el apartamento para dirigirnos de nuevo a la sala Retiro y ver la tercera película del día: “The age of shadows”.
Durante la ocupación Japonesa de Corea, en los años 20, un grupo de rebeldes se enfrenta a esa ocupación y reivindica la independencia. Un jefe de policía japonés infiltrado en el grupo de resistencia, tendrá que poner constantemente sus propios valores y decisiones en tela de juicio.
“The age of shadows” es la típica película de espionajes con una buena factura técnica, buena producción y sobretodo un gran maquillaje y ambientación. La historia en algunos momentos decae (mi churri me pilló dando un cabezazo desnucador en el cine) pero consigue despuntar en su trepidante y resolutiva recta final. En algunos momentos consigue recordar al cine clásico de aventuras y misterio (muy Agatha Christie) y tiene buenos momentos de acción para resolver los enfrentamientos entre personajes claves. Muy recomendable, especialmente para aprender más de historia asiática y disfrutar de su dirección artística.
“The autopsy of Jane Doe” (2016) de André Ovredal
Tiro de salida de la Zombie Walk por la actriz protagonista del clásico de terror “Re-animator”: Barabara Crampton y a huir de los zombis que por la noche ya invadían todas las calles de Sitges. Cena en terracita y corriendo hacia la sala Tramuntana para ver una de las películas que me generaba más expectativas de todo Sitges: “The autopsy of Jane Doe”.
Un padre forense y su hijo, reciben una noche en su funeraria el cuerpo de una mujer que no tiene una causa aparente de muerte. Lo extraño es que ha sido encontrada en un edificio donde han hallado muertos muchos otros cuerpos de formas muy diversas y crueles. Conforme avance la noche y la autopsia, se irán resolviendo los enigmas respecto a la muerte de la mujer.
“The autopsy of Jane Doe” es un soplo de aire fresco para el cine de terror actual, lleno de películas de zombies y de sagas que película tras película se repiten hasta la extenuación. Es cierto que utiliza recursos muy quemados en el cine de terror y lo hace de forma descarada en muchos momentos, pero una premisa original y el punto de vista de dos forenses ejerciendo una autopsia, consiguen que la película te enganche. Conforme va avanzando la historia el suspense da paso al terror más clásico y en ésta faceta también consigue lo que se propone: dar miedo. Iba con expectativas y las ha cumplido. Película 100% Sitges con los ingredientes para que cualquier fan del cine de terror la disfrute.
Salimos con tal emoción de la película que tuvimos que relajar la noche con algún que otro mojito.
“Operation Mekong” (2016) de Dante Lam
Nos levantamos sin prisas. El domingo sólo tenemos una entrada para la sesión de las 20:30h, así que nos espera un día de disfrutar de los estands de libros, películas, figuritas y llaveros con formas de miembros amputados (aquí hay de todo, como en los chinos). Desayunamos en una terraza y en cuanto nos sentamos un momento ya estamos hablando de comprar una entrada más para el mediodía. Dicho y hecho, nos vamos a ver al Auditori del Hotel Melià: “Operation Mekong”.
En el triángulo de oro, frontera entre Tailandia, Laos y Birmania, aparecen muertos 13 pescadores chinos en el rio que confluye en esa zona, el rio Mekong. El gobierno chino se alía con esos tres países para hacer frente a un señor de la droga que controla la zona y que gobierna con mano de hierro.
“Operation Mekong” rompe con lo que parecía ser un Sitges sin coincidir con actores, directores o resto de equipo de la película. El director Dante Lam está en el estreno y hace una breve presentación en chino, con traductora al español, sobre lo que nos encontraremos en la película. De hecho se emociona y nos desvela incluso el final de la película (un director haciendo un spoiler sí). La película sigue la fórmula del cine de acción de Hollywood pero con la interesante premisa de estar filmado por un equipo chino, más concretamente de Hong Kong, y donde los buenos son los chinos (no los yanquis) y los malos son los señores de la droga tailandeses, chinos o de otros países de alrededor (no los rusos o de oriente medio). Tiene momentos muy brillantes en sus escenas de acción, destacando una persecución en coche de las mejores que he visto en un film de acción. Por el contrario, comentar que la parte más dramática o donde se desarrollan tanto la trama como los personajes, peca de simplista y de dar todo demasiado masticado al espectador, pero se solventa con una nueva escena de acción magistralmente rodada. Al principio de la película presentaban al cine asiático como el relevo del gran cine de acción actual. Si tienen la calidad de ésta, me lo creo.
“Sonar” (2015) de Philip Maas y Dominik Stockhausen
Salimos del cine con buena cara después de disfrutar de una trepidante película y nos topamos otra vez con el estand de Samsung Cocoon. No nos podemos aguantar y entramos a disfrutar de otro cortometraje en realidad virtual: “Sonar”.
En ésta ocasión somos los pilotos de una nave espacial que se adentra en un asteroide. Aquí se trata de un corto de animación realizado íntegramente por ordenador y donde iremos siguiendo a la nave avanzando por el asteroide mientras van avanzando los créditos del cortometraje. Cuando comienza la acción, el punto de vista pasa a primera vista, siendo nosotros el piloto de la nave que se adentra en el interior de un asteroide que oculta imágenes que recuerdan al “Infierno de Dante”. La inmersión vuelve a estar muy conseguida con las gafas de realidad virtual y los cascos que a la vez que aíslan ofrecen una banda sonora de música clásica que acompaña el corto. No tan inmersivo ni espectacular como “Catatonic”, pero una experiencia más que demuestra que la realidad virtual tiene un gran campo por recorrer y tiene mucho futuro tanto de expresión artística como de entretenimiento doméstico.
“Hell or high water” (2016) de David McKenzie
Por la noche nos dirigimos de nuevo para el Hotel Melià, ésta vez para ir al Auditori, la sala grande del festival de Sitges. Allí nos topamos con la mayor cola que hemos hecho en todo el fin de semana. Mucha gente para ir a ver: “Hell or high water”.
Dos hermanos deciden emprender un viaje de atracos a bancos en el oeste de Texas para poder mantener la granja familiar que está apunto de embargarles el banco. A su vez, un Ranger apunto de su jubilación va detrás de ellos para detenerlos.
“Hell or high wáter” tiene todos los elementos que forman un gran thriller y road movie: personajes con carisma (especialmente un memorable Jeff Bridges interpretando a un Ranger racista y 100% tejano), una historia con situaciones creíbles y que da pie a escenas de acción muy bien filmadas, una gran fotografía y una banda sonora que encaja a la perfección con el retrato amargo y seco de los personajes y del paisaje. Cabe destacar también la crítica al sistema financiero y a los bancos que se respira a lo largo de todo el film. Posiblemente la mejor película vista en éste primer fin de semana junto a “The autopsy of Jane Doe”. Una gozada.
Y hasta aquí la crónica del primer fin de semana en Sitges 2016. A seguir disfrutando y escribiendo.
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