¿Quien no conoce a Hannibal el caníbal? Pues aparte de las novelas y de las 5 películas que conforman su mitología, NBC realizó una serie de tres temporadas protagonizada por Mads Mikkelsen que encantará a los seguidores del personaje y a los que disfrutan de los buenos thrillers. Hoy toca hablar de: “Hannibal”.
“Hannibal” (2013-2015) – Vista de mayo a agosto de 2017
Título original: “Hannibal” (47 min. por episodio) – 3 temporadas: 39 episodios
Directores: Bryan Fuller (Creador), Michael Rymer, Guillermo Navarro, Vincenzo Natali, David Slade, Tim Hunter, John Dahl, Peter Medak, James Foley, David Semel, Marc Jobst, Adam Kane y Neil Marshall
Guion: Bryan Fuller, Steve Lightfoot, Scott Nimerfro, Chris Brancato, Andrew Black, Jennifer Schuur, Jeff Vlaming, Jesse Alexander, David Fury y Jim D. Gray, Kai Wu (Novelas: Thomas Harris)
Reparto principal: Mads Mikkelsen, Hugh Dancy, Laurence Fishburne y Caroline Dhavernas
Género: Serie de Tv, Thriller
¿De qué va? (Sin Spoilers)
Will Graham es analista de crímenes para el FBI y tiene una capacidad innata para meterse en la cabeza de los psicópatas y entender sus motivaciones. Cuando en un caso se siente abrumado por la complejidad de una mente asesina, necesitará la ayuda de uno de los mejores psiquiatras del país: el Dr. Hannibal Lecter.
Hannibal el caníbal: la saga
El psiquiatra y caníbal Hannibal Lecter, es un personaje de ficción creado por Thomas Harris que aparece en sus novelas “El dragón rojo”, “El silencio de los corderos”, “Hannibal” y “Hannibal: El origen del mal”, todas ellas adaptadas al cine con mayor o menor éxito. La primera (y mejor) de sus adaptaciones fue “El silencio de los corderos”, realizada en 1991 por Jonathan Demme y protagonizada por Anthony Hopkins y Jodie Foster. La película creó el imaginario visual que siguió en el resto de películas, puso a Anthony Hopkins como figura icónica interpretando al famoso psiquiatra caníbal y arrasó en los Óscar en las principales categorías: película, director, actor, actriz y guion adaptado. Una maravilla del cine de los 90.
El resto de adaptaciones de las novelas fueron bastante inferiores, pero también son interesantes para ampliar el universo del personaje: se realizó “Hannibal”, continuación en la trama, dirigida por Ridley Scott y incorporando a Julianne Moore para intentar hacer olvidar (en vano) a Jodie Foster, después vino “El dragón rojo”, precuela de “El silencio de los corderos” y que incorporó al mejor elenco de actores de toda la saga (Anthony Hopkins, Edward Norton, Ralph Fiennes, Harvey Keitel, Emily Watson, Philip Seymour Hoffman…) y finalmente se rodó “Hannibal: El origen del mal”, centrada en explicar los años jóvenes del Dr. Lecter en el que es con diferencia la peor película de la saga.
No quiero dejar de mencionar la película “Hunter”, primera adaptación oficial de la novela “El dragón rojo” rodada en 1986 por Michael Mann y en el que el papel de Hannibal Lecter está interpretado por Brian Cox. Bastante desconocida y sin el pulso suficiente como para competir con la saga posterior con Anthony Hopkins al frente, pero toda una curiosidad para completistas.
En todo éste enjambre, aparece la serie de NBC dispuesta a hacerse un hueco propio.
La belleza de la violencia
“Hannibal” nace con tres premisas iniciales que son muy importantes para el devenir de la serie: Anthony Hopkins no será quien interprete al Dr. Lecter, será el actor danés Mads Mikelsen (cosa comprensible por la edad del primero), la trama se basará en las novelas y películas ya creadas anteriormente, pero habrá variaciones en su arco argumental y se centrará en los diálogos profundos entre personajes y no habrá autocensura alguna en el tratamiento de la violencia y de las escenas mas sangrientas. Estas tres decisiones que a primera vista pueden resultar polémicas, resultan un gran acierto, consiguiendo lo que mejor le podía pasar a la serie, que dentro de un universo tan explotado, pueda tener sello de identidad propia.
Mads Mikkelsen es un actor danés siempre eficiente en sus interpretaciones y que ha acabado aterrizando en el cine más comercial de Hollywood, por poner ejemplos recientes, actúa en la película de Marvel “Dr. Strange” y en el primer spin off de la saga galáctica por antonomasia “Rogue One”. Hasta ahora mis interpretaciones favoritas del actor han sido haciendo de malvado en “Casino Royale”, una de las mejores películas de James Bond, y interpretando al presunto pervertido sexual de “La caza”. Pero esto ha cambiado después de ver “Hannibal”. La frialdad, contundencia y violencia que desprende en su actuación de Hannibal Lecter ensombrece cualquier personaje que haya interpretado antes y está a la altura del mejor Anthony Hopkins, cosa que es decir mucho.
El arco argumental de la serie aprovecha elementos vistos en toda la saga y los presenta en un orden diferente y con matices lo suficientemente novedosos cómo para encandilar a los que se han introducido de lleno en el universo del Dr. Lecter. Eso también se percibe en los diferentes personajes que van apareciendo a lo largo de la serie. Will Graham (Hugh Dancy) el analista de crímenes del FBI, aparece muy perturbado por la empatía que puede sentir hacia los asesinos, por un lado puede comprender mejor sus actos, pero esa misma comprensión le hace mella constantemente. Jack Crawford (Lawrence Fishburne) se debate entre el dilema de presionar más a Will para que resuelva más casos y se adentre más en su propia oscuridad o alejarle un poco de ese mundo para no perjudicar tanto a su amigo y colega. Hannibal Lecter (Mads Mikkelsen) juega el doble papel de asesorar a la policía para capturar a peligrosos asesinos y por otro lado, se dedica a realizar sus brutales actos e influir en otros para que los cometan. Y así con cada uno de los personajes que aparecen a lo largo de la trama. A diferencia de otras series, “Hannibal” se toma muy en serio a todos sus personajes, evolucionan, cada vez se vuelven más complejos y papeles secundarios con poca importancia en un principio, acaban resultando importantes en el devenir de la historia. No puedo dejar de comentar dos de los papeles que más me han gustado en la serie: el de Gillian Anderson (la agente Scully de “Expediente X” sí), interpretando a la inquietante psiquiatra de Hannibal Lecter y el de Michael Pitt como el trastornado Mason Verger (interpretado en la película “Hannibal” por Gary Oldman, todo un reto para Michael).
El otro elemento diferenciador es el tratamiento visual de la violencia en la serie. El gore esta presente en todas las temporadas y prácticamente en todos los episodios de la serie. En mayor o menor intensidad y en mayor o menor tiempo de exposición, pero siempre acaba apareciendo una u otra imagen que nos hará retorcernos en el sofá. Pero no cae en la casquería barata, en realidad, la fotografía llega a extremos de detalle y de cuidado en su propuesta, y los tipos de asesinatos son tan originales, que cada plano en el que se muestra una aberración sangrienta supone una pequeña obra de arte. De verdad, hay planos que le dejan a uno con la boca abierta.
Entonces si la trama y personajes destacan, a nivel interpretativo despunta y visualmente es tan atractiva, ¿Qué pasa con “Hannibal? Fácil respuesta: se enquista. La primera temporada es sorprendente y se centra en cómo Will sigue a diferentes asesinos siempre la ayuda de Jack y el “consejo” de Hannibal, con escenas muy impactantes y diálogos muy densos (que no pesados) entre los personajes. El problema es en la segunda temporada, con las cartas sobre la mesa, la acción se atasca en muchos momentos, los diálogos se vuelven más densos (aquí si que más pesados) y tarda mucho en llegar a su espectacular y muy sangriento desenlace. La tercera temporada es la que tiene un arranque más complicado, con muchos momentos metafóricos y poéticos, que pasan rápidamente a ofrecer los mejores episodios de la serie, cuando se centra la trama en el personaje del “Duende dentudo”. Una lástima, pero gran parte de la segunda temporada y el arranque de la tercera lastran el resultado global de la serie, que rozaba la excelencia.
Resumiendo que es gerundio
Una reinterpretación de toda la saga cinematográfica del Dr. Hannibal Lecter con sello de identidad propia. Con el cambio de Antohony Hopkins por Mads Mikkelsen sorprendentemente se superan los miedos iniciales que se podrían generar por la decisión de tocar a un intocable (aunque la edad lo obligaba) y se consigue una actuación profunda, seria y con nuevos matices en el personaje. La trama de toda la saga está presente a lo largo y ancho de la serie, pero con diversos cambios argumentales que enriquecen el conjunto, consiguiendo sorprender al espectador más curtido de la saga de Hannibal. Los diálogos entre personajes son brillantes y la propuesta visual centrada en un tratamiento exquisito de la fotografía, hace que las imágenes violentas mostradas parezcan pequeñas obras de arte. Violencia que por cierto, no se autocensura lo más mínimo y resulta cruda durante toda la serie. Una serie de notable que podría haber sido excelente si en su segunda temporada no hubiera tardado tanto en llegar a su clímax, si no hubiera espesado tanto sus diálogos en determinados momentos y si no hubiera sido tan extremadamente poética en su arranque de la tercera temporada. Aún así, más que recomendable y muy disfrutable para los fans del Dr. Lecter o para los amantes del thriller en general.
Lo mejor: todo el reparto de actores, brillando especialmente Mads Mikkelsen, los diálogos de toma y daca llenos de profundidad, la locura de Mason Verger, el tratamiento tan particular de la fotografía y las escenas violentas, centradas en el gore, muy artísticas y poco habituales en televisión.
Lo peor: la trama se atasca y se alarga, especialmente en la segunda temporada, algunos diálogos son demasiado densos y existen ciertos toques poéticos que se vuelven un tanto repetitivos.
Te gustará si… tienes un mínimo interés por el personaje de Hannibal o el thriller.
La odiarás si… te generan rechazo las escenas sangrientas y no tienes paciencia con las series que se enquistan en determinados momentos.
Me gustó más que: The Following
Me gustó menos que: True Detective
Nota: 7’5/10