Sesión continua: “It Follows” y “The Neon Demon”

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Dos joyas del género fantástico que han cosechado elogios y desprecios a su paso. Una es un homenaje al cine de terror ochentero con un punto de autor y la otra es una potente propuesta visual bajo el sello del director de “Drive”. En la sesión continua de hoy toca hablar de: “It Follows” y “The Neon Demon”.

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“It Follows”: El terror se mueve lentamente

Título original: “It Follows” (100 min.)

Año: 2014

Director: David Robert Mitchell

Guion: David Robert Mitchell

Reparto principal: Maika Monroe,  Keir Gilchrist,  Daniel Zovatto y Jake Weary

Género: Independiente, Terror

Sinopsis: Jay es una chica de 18 años que ha conocido un chico. Amable, divertido y con un punto misterioso. Después de su primer encuentro sexual, éste se comportará de una forma muy extraña, y explicará a Jay que sufrirá una peligrosa maldición.

Opinión: El cine de los ochenta está muy presente en la mente de mucha gente, y no es de extrañar. La cantidad de películas que han conseguido colarse en la memoria de diversas generaciones son infinitas: “Los cazafantasmas”, “E.T., El extraterrestre”, “Terminator”, “Karate Kid”, “Los Goonies”… Y sucede lo mismo cuando nos centramos en el género del terror: “Poltergeist”, “El resplandor”, “La cosa”, “Viernes 13”, “Posesión Infernal”… Por eso muchos autores estén influenciados por éste cine y quieren recuperar parte de sus fórmulas, sea por un acto de reivindicación de esos años o por aprovecharse de esa nostalgia que afecta a determinadas personas al superar cierta edad, en la que se tiende a mitificar todo aquello que formó parte de su infancia y juventud. El temible “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor” que está en la mente de muchos y con el que no comulgo.

“It Follows” pretende reivindicar ese cine de terror de los ochenta, con un imaginario propio y aportando puntos novedosos y de autor en su fórmula. La película arranca con una escena muy ambigua, pero que analizada a retrospectiva, nos pondrá las cartas sobre la mesa de lo que se producirá a lo largo del film. Una joven sale corriendo despavorida de casa, huyendo de algo, que no sabemos que es, deteniendo su huida para comprobar que, o quien, la está acechando. Sucede de día, en plena zona residencial, bajo la mirada de una vecina que está descargando la compra de su maletero del coche y que le pregunta a la chica si necesita algún tipo de ayuda. Su padre también saldrá de casa y le preguntará extrañado que sucede. La chica se tomará su tiempo en medio de la carretera observando, para volver a correr despavorida hacia su casa, coger las llaves del coche y conducir a toda prisa para alejarse de allí. Lo que le sucederá a la chica será terrible y nos pondrá la piel de gallina. La esencia de la película en sus primeros cinco minutos. Una maravilla.

Cuando la protagonista de la película tiene su primera relación sexual con un chico del que no sabe demasiado, las cosas se empiezan a poner feas. Por ese acto sexual, sufrirá una maldición que la acechará sin descanso, esté donde esté y sin poder esconderse de ella. No detallaré éste punto porqué creo que es uno de los misterios de la película que merece ser desvelado con su visionado. Sólo diré que me parece una idea brillante, permite crear situaciones en las que el espectador se puede aparentemente relajar pero que a su vez degenerará en momentos de tensión e incomodidad. “It Follows” no es una película de terror de montaña rusa. No tiene subidones de volumen y sustos en determinados momentos. “It Follows” prefiere cocinar las escenas a fuego lento para ir inyectando mal rollo al espectador.

La película transpira ambigüedad por todos sus poros. Los hechos sucederán en un tiempo indeterminado, aunque por su ambientación se puede deducir que mezcla elementos de los años 70 y los años 80 con nuestra época actual. Los protagonistas absolutos serán los adolescentes, es más, las personas adultas prácticamente no aparecerán en la película, y si lo hacen, será a través de fotografías, fuera de plano, en planos alejados o desenfocadas. El mundo de los adolescentes normalmente deja fuera a los adultos, y la película juega con esos recursos para reflejarlo. Si le sumamos un tratamiento frio y duro de la fotografía y una banda sonora que se centra en los sintetizadores y que recuerda especialmente al cine de Carpenter, tenemos una serie de factores que presagian una buena película de terror. Y lo es. Un detalle que me resulta espectacular y que se repite a lo largo de la película: el ser, perseguidor incansable, puede llegar en cualquier momento y desde cualquier parte, por eso la cámara realiza en muchos momentos giros de 360º como si estuviera mirando a su alrededor esperando al depredador que acecha.

No es una película redonda: se regodea en su propia fórmula de ambigüedad y de situaciones relajadas que de repente explotan, hasta ser algo repetitiva y no acaba de saber resolver la historia en su desenlace. Si buscamos más explicaciones de las que meramente da la película no las encontraremos. Tiene alguna pisa dejada a lo largo de su metraje que nos puede ayudar a acabar de rellenar el rompecabezas por nosotros mismos, pero tiene el problema de dejar demasiados huecos. Los espectadores que gusten de saber el porqué de todo lo que sucede no disfrutarán en ésta película que deja interrogantes por doquier. También puede generar cierto rechazo el mensaje que puede llegar a extraerse de la película según cómo interpretemos su esencia, dando pie a un discurso sobre la sexualidad anclado en el pasado. Aunque no dejamos de estar hablando de un homenaje a los 80 y quizá también pretendía ser una crítica a éste mensaje. Quién sabe.

Lo mejor: el arranque de la película es toda una declaración de intenciones, la escena de la silla de ruedas, la banda sonora que recuerda al cine de Carpenter, sus referencias al cine de terror de los 80 y sus muy logradas escenas de tensión.

Lo peor: su ambigüedad a veces juega en su contra, no acaba de resolver las dudas que genera en el espectador y se puede extraer un mensaje retrógrado sobre la sexualidad.

Me gustó más que: Los extraños

Me gustó igual o menos que: Posesión Infernal (Remake)

Nota: 7/10

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“The Neon Demon”: La moda con sangre entra

Título original: “The Neon Demon” (117 min.)

Año: 2016

Director: Nicolas Winding Refn

Guion: Nicolas Winding Refn, Mary Laws y Polly Stenham

Reparto principal: Elle Fanning, Jena Malone, Keanu Reeves y Christina Hendricks

Género: Independiente, Terror

Sinopsis: Jesse es una chica joven y guapa que como tantas otras, llega a Los Angeles, California, para convertirse en modelo. Pero el mundo de fama y dinero que se ve en la superficie oculta muchos demonios en su interior.

Opinión: Nicolas Winding Refn es un director que no deja indiferente. Ya despuntó con su trilogía “Pusher” en las que demostraba un gran control en el apartado audiovisual y una predilección por determinados momentos de explosiones de violencia. Todos esos elementos llegaron a su nivel máximo de excelencia con esa gran película (y bastante tapada en el momento de su estreno) llamada “Drive”. En ella se dan la mano los dos elementos comentados anteriormente, sumando un homenaje al cine de acción y criminal de los años 80, junto a una banda sonora retro y una gran actuación de Ryan Gosling. La película se convirtió rápidamente en una cinta de culto. Posterior a ésta, el director repitió con su actor protagonista para la película “Solo Dios perdona”, para dar rienda suelta a su imaginario audiovisual pero dejando de lado el contenido, consiguiendo una película con mucho peso en la forma y poco peso en su trama. Fue vapuleada por crítica y público aunque años después se está empezando a reivindicar. Yo en particular no me pronunciaré porqué todavía no la he visto.

De la que sí que puedo hablar es de “The Neon Demon”. Fue estrenada en el Festival de Cine de Cannes dónde recibió sonoros abucheos y abandonos en su proyección. En cambio, pasó con éxito por el Festival de Cine de Sitges, que le concedió el premio de la crítica. Puedo llegar a entender los abucheos y abandonos de la sala, puesto que el público de Cannes es selecto y muchas veces no aceptan demasiado bien determinadas propuestas y también puedo llegar a entender la posición del Festival de Sitges, que pretende dar reconocimiento a obras más arriesgadas y que promueven una forma diferente de hacer cine. A mí en particular “The Neon Demon” me resultó una decepción con mayúsculas.

La película arranca con un plano que se va alejando lentamente de Elle Fanning, desangrándose encima de un sofá. Una imagen potente y estilizada, con gran detalle en la fotografía, el maquillaje y la iluminación. Si en “It Follows” decía que sus primeros cinco minutos de película son toda una declaración de intenciones, en “The Neon Demon” sucede lo mismo. Vemos como Jesse después de una escabrosa sesión de fotografía se está quitando la sangre artificial de su cuerpo, ayudada por una especialista en maquillaje que se mostrará hostil y amigable al mismo tiempo. La esencia de la película en el inicio, en el que el mundo de la moda puede resultar artificial, atrayente y arriesgado al mismo tiempo. La trama es típica: chica jovencita que se quiere introducir en el mundo de la moda y que por cuestiones del azar, despunta. Pero rápidamente descubrirá que se trata de un mundo lleno de crueldad y en el que provocará terribles celos en sus compañeras de profesión. Jesse compaginará su vida entre dos mundos: el de la pensión de mala muerte en la que vive y el de las sesiones de moda en mundos estériles llenos de exceso y lujo. Será en esos momentos relacionados con la moda en los que se profundizará más en las imágenes que llenarán de rareza la pantalla, con momentos en los que el director parece querer replicar al mismísimo Lynch. Para mí de forma fallida, ya que Lynch dotaba a su poderío visual un contenido que a veces (muchas) era indescifrable para el espectador, generando grandiosos debates alrededor del significado de su obra. A Refn se le ve el plumero y sólo ofrece una carcasa vacía en su interior. Ni más ni menos.

Ese acento en el apartado audiovisual, en provocar incomodidad y choque en el espectador mezclando esas potentes imágenes con un apartado sonoro bastante machacón será lo que nos ofrecerá la película. Eso es todo, palabra. Sus defensores dirán que existe mucho simbolismo en sus imágenes y sus diálogos, y que lo que realmente quiere explicar es la crueldad oculta que hay en el mundo de la moda y cómo inocentes chicas guapas son devoradas por ese mundo. Es cierto que sus imágenes son potentes, pero explotar tanto el apartado visual sin darle contenido hace que se aborrezca la película rápidamente, sus diálogos son vacíos y escasos, y el simbolismo, es tan poco sutil y evidente que pierde toda su fuerza simbólica. La película peca de los mismos problemas que se le pueden atribuir al mundo de la moda: artificialidad y superficialidad. Eso se traslada a unas actuaciones simples y distantes en las que es muy fácil no sentir ninguna empatía por lo que les sucede a sus personajes. Sólo me atrevo a salvar de la quema a Jena Malone que está muy bien en su papel de inquietante “amiga” de la protagonista, aunque también sea un personaje desaprovechado en la historia. Aparecen en determinados momentos algunos destellos de sexo y de violencia que no hacen más que parecer desesperados para captar la atención de un espectador que está deseando que todo acabe. Hacía mucho tiempo que no aborrecía una película, y “The Neon Demon” lo ha conseguido.

Lo mejor: el tratamiento visual de la película (consigue algunos retablos audiovisuales que son muy impactantes) y la inquietante actuación de Jena Malone.

Lo peor: lo vacío de su historia, el peso que se le da a la forma por encima del contenido, las actuaciones, la parte de la trama de Keannu Reeves (absolutamente desaprovechada), las escenas escabrosas meramente puestas para provocar, la machacona música electrónica y el falso simbolismo que pretende “ocultar” en su propuesta.

Me gustó más que: Zoolander

Me gustó menos que: Cisne Negro

Nota: 3/10

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Me quedo con…

“It Follows”. Tanto “The Neon Demon” cómo “It Follows” ofrecen propuestas fuera de lo común con elementos que llevan un cierto riesgo. Pero así como “It Follows” decide apostar por una ambigüedad que genera interrogantes en el espectador y que hace acrecentar el desasosiego y la tensión a lo largo de la película, “The Neon Demon” ofrece una ambigüedad en la que el artificio se pone por delante del contenido, creando un paquete con un envoltorio muy atrayente en su exterior, pero que a la que nos deshacemos de éste vemos lo escasez de profundidad que esconde. Para contrarrestar éste hecho decide dar algún golpe de efecto sexual o violento que no supone más que un último cartucho para salvar la papeleta, pero no lo consigue. “It Follows” quizá no corre tantos riesgos, pero es una propuesta mucho más seria y original, que consigue momentos de verdadera tensión y que aunque beba de clásicos del terror de los 80, ha conseguido ofrecer las suficientes ideas para tener sello de identidad propia.

3 respuestas a “Sesión continua: “It Follows” y “The Neon Demon”

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