La sección se estaba dirigiendo mucho hacia el cine fantástico y de terror, géneros que me encantan, pero he decidido aprovechar el espacio para comentar dos películas de cine español de autor que tenía pendientes de hace tiempo. En la sesión continua de hoy toca hablar de: “Magical Girl” y “Stockholm”.
“Magical Girl”: Vacíos llenos de perversidad
Título original: “Magical Girl” (127 min.)
Año: 2014
Director: Carlos Vermut
Guion: Carlos Vermut
Reparto principal: Luis Bermejo, Bárbara Lennie, José Sacristán e Israel Elejalde
Género: Drama, Español, Independiente
Sinopsis: Luis está en paro y está pasando por un momento difícil, su hija Alicia de doce años tiene un cáncer terminal. Alicia, fan del anime y del cosplay, tiene el deseo de conseguir el vestido oficial de “Magical Girl Yukiko” y su padre Luis hará todo lo posible para conseguirlo, aunque tenga que cruzar líneas que nunca imaginaria cruzar.
Opinión: “Magical Girl” fue nominada a 7 Goyas en el año 2014 y compitió en la sección de Mejor película con “El niño”, “Loreak”, “Relatos Salvajes” y “La isla mínima” (ésta última fue la que se alzó con el “cabezón”). Así de grande ha sido el debut en la gran pantalla de Carlos Vermut, después de estrenar de forma on-line “Diamond Flash” y de rodar tres cortometrajes: “Michirones”, “Maquetas” y “Don Pepe Popi”. Finalmente consiguió el Goya a Mejor actriz para Bárbara Lennie y la Concha de oro a la mejor película y a la dirección. Ahí es nada.
La película arranca con un tono bastante particular. Se nos narra la relación de Luis, en paro y con graves problemas económicos, y Alicia, su hija de doce años, una otaku (fan de la cultura japonesa, en especial del anime y del manga) con cáncer terminal. Alicia tiene un sueño, bueno, en realidad tres: poder ser quien quiera, conseguir el vestido oficial de “Magical Girl Yukiko”, un anime japonés, o cumplir 13 años. Dos de esos sueños no se los puede proporcionar Luis, pero puede hacer todo lo que esté en su mano para conseguirle el vestido. Éste arranque, se muestra melancólico, centrándose en el drama y se permite incluso algún punto cómico. Siempre usando un tono distante, con un uso prolongado de los silencios y de los planos largos y fijos. Pero no hay nada que temer, no se trata de una película de autor aborrecible y desesperante. Me corrijo, se trata de una película de autor, pero que esconde un guion complejo, con un arranque en que parece que la película nos dirige hacia un camino y que se irá trasformando conforme va avanzando la trama. El espectador y la película se irán definiendo conforme uno vaya entrando en el mundo del otro.
El culpable es el guion de la película, centrado en no resultar evidente para el espectador, ni en las inquietudes de los personajes ni en su pasado, provocando que nos hagamos constantes preguntas sobre su comportamiento y las situaciones planteadas. Pero la historia irá avanzando y junto a ésta se nos concederán pistas sobre los interrogantes que provoca la película. Insisto: pistas, no respuestas. La supuesta justificación de que todo está permitido para hacer feliz a una hija enferma de cáncer es la premisa por la que gira toda la historia. El amor como eje conductor de la trama, amor incondicional de un padre hacia su hija. El problema es que éste amor provoca momentos muy oscuros en el devenir de la trama, especialmente cuando aparece el personaje de Bárbara Lennie (también Bárbara en la película). Ella es una mujer con trastornos mentales, que se cruzará en el camino de Luis, y que se verá involucrada en el objetivo de éste para conseguir el vestido para su hija. No profundizaré para no desvelar la parte más satisfactoria de “Magical Girl”, la trama relacionada con Bárbara y el oscuro mundo en el que se verá introducida.
En ésta parte es cuando resulta más evidente la maestría del guion y de la dirección de Carlos Vermut. Las cartas están sobre la mesa e igualmente, se opta para no desvelar lo que sabemos que irremediablemente sucederá. Se hace uso de la elipsis y los fuera de plano para conseguir que cómo espectadores, constantemente nos pongamos en lo peor y que nos preguntemos que horrores le depararán o le estarán sucediendo a los personajes. Espectacular la firmeza y las cosas claras que demuestra Carlos Vermut, pocas veces vista en el cine español reciente, salvo excepciones como el propio Rodrigo Sorogoyen o Raúl Arévalo. Cabe comentar también la sutileza con la que es capaz de introducir en ésta historia tan perversa tres elementos que nos guste o no, se asocian a la “marca” España: el futbol, los toros y la copla.
En la parte final hará aparición con más peso José Sacristán, interpretando al personaje con más interrogantes en su currículo y que será el responsable de poner punto y final a la historia. Con elegancia y una actuación que cómo siempre en todos sus papeles, resulta brillante. Y es que las actuaciones es otra de las grandes bazas de la película, tanto el propio José Sacristán como Luis Bermejo, que interpreta al padre desesperado, están realmente creíbles, pero la actuación de Bárbara Lennie empequeñece el trabajo de sus compañeros. Brutal.
El expediente de “Magical Girl” tiene algunas manchas que no la convierten en una película excelente: le cuesta encontrar su tono hasta bien avanzada la historia, tiene un ritmo en algunos momentos que peca de excesivamente pausado y algunas decisiones tomadas en el guion, para provocar ese tambaleo en el espectador, creo que resultan efectistas, aunque he de reconocer que funcionan muy bien. De visionado obligado y una propuesta valiente de un autor al que hay que seguir con lupa.
Lo mejor: Luis Bermejo, Bárbara Lennie y José Sacristán, tres personajes oscuros y difíciles de interpretar (sobretodo el de Bárbara). Los interrogantes en el guion y la dirección de Carlos Vermut, con momentos en los que la mente del espectador llena con perversidad los espacios vacíos.
Lo peor: Peca de efectista en determinadas situaciones, su ritmo es pausado en exceso en la mayoría del metraje y hasta que no ha avanzado suficientemente la trama la película no acaba de coger su tono real.
Me gustó más que: Musarañas
Me gustó menos que: La isla mínima
Nota: 8/10
“Stockholm”: Noche y día
Título original: “Stockholm” (90 min.)
Año: 2013
Director: Rodrigo Sorogoyen
Guion: Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña
Reparto principal:
Género: Draman, Español, Independiente
Sinopsis: Una noche, en una fiesta, un chico se fija en una chica y decide ir detrás de ella. La chica no le hace mucho caso, pero sin embargo tampoco lo deja marchar. Toma y daca entre chico y chica, donde todo resulta demasiado obvio. ¿O no?
Opinión: A veces descubres un director por una película que te ha alucinado y decides investigar anteriores obras suyas. He repetido con insistencia lo mucho que me gustan los thrillers, y últimamente éstos han despuntado en nuestro cine: “Tarde para la ira”, “La isla mínima” o “Que Dios nos perdone” son una buena prueba de ello. Ésta última, de Rodrigo Sorogoyen, fue la que me hizo querer ver “Stockholm”, su película anterior. Premiada en los Goya del año 2013 (Mejor actor revelación para Javier Pereira) y con premios en el Festival de Málaga y los premios Feroz, todo indicaba que iba a repetir la experiencia de disfrute vivida con “Que Dios nos perdone”.
Pero no fue así. La película tiene elementos que la hacen más o menos original, pero adolece de algunos detalles que lastran el conjunto y hacen que no despunte. Quizá iba con expectativas muy altas por haber visto primero el brutal thriller que se marcó Sorogoyen en 2016 o porqué me la habían recomendado con muchas ganas. Miraré de explicarme.
“Stockholm” arranca como muchas películas románticas, o incluso como muchas películas de suspense e intriga: en una fiesta, un chico cruza su mirada con otra chica y queda prendada de ella, desde ese momento, hará todo lo que esté en su mano para mirar de conquistarla. La primera parte de la película se centra en ese cortejo, en el diálogo entre el chico (Javier Pereira) y la chica (Aura Garrido), que además, será el pilar y fundamento de todo el metraje, puesto que aparecerán ellos solos en pantalla prácticamente durante toda la película. Uno de los mejores detalles es que descubriremos la personalidad de los personajes protagonistas a través del diálogo entre ellos dos, cosa que hará que dudemos constantemente sobre la personalidad y vivencias de cada uno, puesto que nunca sabremos hasta que punto se están diciendo la verdad o se están mintiendo. Un acierto.
Gracias a un guion ágil y a unas buenas actuaciones, hace que el ritmo más o menos aguante, especialmente en su segunda parte. Lástima que el cortejo inicial, dura prácticamente la mitad de la película, y se nos muestra como ella se muestra constantemente reacia, y él, constantemente insistente. Resulta artificial y poco creíble, y lastra en demasía la opinión global que podamos tener del film.
La mejor parte es pasado todo ese cortejo inicial. Aquí la película sufre un quiebro que da una nueva perspectiva a lo sucedido durante la primera parte y nos muestra desde otra perspectiva muy diferente tanto los hechos sucedidos como la impresión que podamos tener de los personajes hasta el momento. Buen giro que aporta una visión muy particular de las relaciones, pero que va acompañado por un cierto conformismo o conservadurismo que hace que la película no acabe de dar el salto (valga la ironía) que se merece. Algo más de extremismo o un punto más atrevido le hubieran sentado de maravilla.
Propuesta de poco presupuesto, donde dos actores lo dan todo, la dirección resulta correcta para no interrumpir la acción y mira de desarrollar una buena idea, pero finalmente acaba resultando un tanto artificial y conservadora.
Lo mejor: la actuación de la pareja protagonista, el giro argumental y la segunda parte de la película.
Lo peor: el arranque y primera mitad de la película resulta artificial y poco creíble, peca de no ser atrevida en determinados momentos.
Me gustó más que: Madrid, Above The Moon
Me gustó menos que: Que Dios nos perdone
Nota: 6/10
Me quedo con…
“Magical girl”. La propuesta de Carlos Vermut resulta más sólida en su conjunto, tanto a nivel interpretativo, como en su atrevido guion, factura técnica o dirección controlada al milímetro. “Stockholm” parte de una buena idea y dos actores que se vuelcan en su propuesta pero queda lastrada por su poca credibilidad inicial y su falta de extremismo en su segunda parte. Dos buenas películas de autores españoles en las que despunta esa “rara avis” llamada “Magical Girl”.
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