El sábado 22 de julio disfruté del mejor cine asiático en la 14ª edición del festival noches de cine oriental de Vic (festival nits de cinema oriental, en catalán). Buenas películas, música en directo, comida cantonesa, reencuentro con compañeros de otros medios y gran ambiente durante todo el día. En la crónica de hoy: “Una gran jornada en las noches de cine oriental (Vic 2017)”.
El festival
Cómo dicen en su propia web, el Festival Nits de cinema oriental de Vic tiene como objetivo acercar la cultura asiática a través del cine. También organizan actividades paralelas en otros ámbitos como la gastronomía o las artes plásticas y escénicas (exposiciones, talleres, muestras de artes marciales, representaciones de cuentos populares, presentaciones de libros…). Todo pensado para que los fanáticos de la cultura asiática disfruten a lo largo de sus días de festival o para los que desconocen el mundillo se sientan lo bastante atraídos por su programación como para asistir y disfrutar de un día lleno de actividades.
Nuestro planning era llegar al mediodía a Vic, ver la película “Mrs K”, ir a comer algo, después ver “The Posterist” y dirigirnos a la zona del parc de la Bassa dels Hermanos para disfrutar de la cena, del concierto de Guillem Roma y acabar la jornada viendo “Shock Wave”. Un día intenso.
“Mrs K” (2016) de Yuhang Ho
La Sra. K es ama de casa y vive tranquilamente junto a su marido ginecólogo y su hija adolescente. En una barbacoa familiar, aparece un extraño que dice saber cosas de la señora K que el resto de gente desconoce. A partir de ese día, todo cambiará.
“Mrs K” es una mezcla de géneros que funciona bastante bien aunque no acaba de despuntar del todo ninguno de ellos ni la propia película. Se trata de una producción realizada en Malasia que pretende mezclar el cine de acción, con determinados momentos de comedia, drama familiar y suspense. La señora K vive con su familia en un entorno idílico, y aunque parezca una ama de casa corriente, tiene un pasado que ha estado ocultando y que volverá para trastocar su día a día. Igual que en “Una historia de violencia” (película de Cronenberg que adapta el cómic del mismo nombre), unos personajes turbios con los que la protagonista tiene una deuda volverán para cobrársela, desencadenando una serie de hechos violentos y trágicos y rebelando la verdadera cara de la protagonista. Banda sonora que recuerda en muchos momentos a “Kill Bill”, un secuestro parecido al de “Symphaty for mr vengeance” y los hechos del pasado que tienen reminiscencias en lo que sucede en el presente como en la película de Cronenberg, hacen que todo lo que vemos en pantalla sea algo ya visto muchas veces, pero aun así, consigue entretener y deja algún momento de acción digno de mencionar. Entretenida sin más.
“The Posterist” (2016) de Hui See-Wai
Documental sobre el ilustrador Yuen Tai-Yung, autor de la mayor parte de los carteles de cine de la época dorada del cine de Hong Kong (de 1975 a 1992).
En la sesión de tarde había más ambiente en la sala y muchos nervios de todos los asistentes por los rumores que hablaban de la presencia del director y protagonista del documental en la sala.
Y los rumores fueron ciertos. Antes de la proyección del documental, subieron al escenario el director Hui See-Wai con su familia y el protagonista de éste, el ilustrador Yuen Tai-Yung. El director confesó que explicar la historia de Yuen a su hija fue el principal motivo para crear el documental. En cuanto al protagonista, aprovechó para agradecer el trato recibido en el festival, y para decir que le hubiera encantado poder nacer en Cataluña, por los gestos de amabilidad recibidos en Vic. Al provocar las risas del público con su comentario, se puso serio y dijo que lo había escrito en el libro de agradecimientos del hotel, provocando todavía más risas en la sala.
El documental consigue lo que ha de hacer un buen documental: interesarte aunque no controles del tema que trata. Al salir de la película el compañero Jordi Querol, con el que nos conocemos de hace tiempo por Twitter y con el que por fin nos pudimos poner cara, lo dijo, y estoy totalmente de acuerdo. Si un documental consigue tu interés, incluso emocionarte, y hace que al salir de la sala quieras saber más de lo que te han explicado en pantalla, significa que ha sido un éxito. Y “The Posterist” consigue precisamente eso. Pocos de los asistentes a la proyección conocíamos la figura de Yuen Tai-Yung, un ilustrador autodidacta que realizó más de 200 carteles de cine para el cine de Hong Kong y que es una auténtica leyenda viva allí, pero al salir de la sala puedo afirmar, que la mayoría nos habíamos convertido en fans absolutos del ilustrador. El documental consigue explicar su trayectoria mediante la voz en off y las múltiples opiniones de ilustradores y gente del cine de Hong Kong que habla sobre él. En un determinado momento el ilustrador hacer aparición en el documental, y al mostrar su humildad, explicar sus anécdotas y enseñar su trabajo, consigue engatusar aún más al espectador. Interesante para cualquier aficionado al cine o a la ilustración, se le puede achacar que la cantidad de información y el excesivo ritmo a lo largo de sus 70 minutos es un tanto abrumador, pero el personaje es muy interesante y consigue que la película no decaiga en su interés. Una grata sorpresa.
Al finalizar la proyección, director y protagonista volvieron a ponerse delante de la sala para repartir posters entre los asistentes y responder las preguntas del público. Entregaron cinco carteles, a los cinco que respondieran bien las preguntas que fuera formulando el director. Después de unas cuantas preguntas el director soltó: “¿Cuál es vuestro cartel favorito del señor Yuen Tai-Yung?”. En una sala en silencio en el que la gente reflexionaba sobre que cartel decir, sin pensármelo nada, respondí a grito pelado: “¡Mr Boo!”. Y premio. No es que sea un experto en la materia, es que se repite en el documental y se activó en mi cabeza un resorte que me hizo gritar más fuerte y más rápido que el resto. A continuación mi careto de felicidad con el póster en cuestión, con un diseño brutal. El cartel de la película que nombré como respuesta, al final del artículo.
Las preguntas que se realizaron se centraron tanto en la figura del director como en el protagonista. Destaco algunas. Al director le preguntaron por sus futuros proyectos y respondió que “The Posterist” era un proyecto tan personal, que ahora mismo sólo tenía ojos para él. Al protagonista e ilustrador, le preguntaron sobre las influencias occidentales en su obra y sobre las técnicas modernas de realización de carteles, y muy amablemente respondió que no recordaba nombres de autores pero sí que influenciaban en sus carteles y que siempre ha preferido la magia del dibujo manual respecto al diseñado por ordenador. Los dos se mostraron abiertos a responder todas las preguntas que les hicieran, fueron divertidos y se mostraron muy humildes. Todos los que pudimos asistir a ésta gran sesión, nos sentimos afortunados.
Bassa de los Hermanos
Después de dejar bajo buen recaudo el cartel (cual Gollum escondiendo su precioso anillo), nos dirigimos a la Bassa de los Hermanos, un gran parque donde disfrutar de una buena cena, un concierto y la que sería nuestra última película del día.
Cogemos dos menús que incluyen bebida, dumplings y bocadillos chinos, los Rou ji amo (bocadillos de pan tierno con carne asada de cerdo). En cuanto comemos nos acercamos al concierto de Guillem Roma y su hermana Marta Roma. Con guitarra (a veces ukulele) y violoncello hacen versiones de canciones de anime (Totoro, Bola de dragón, Heidi…) y se ganan el aplauso y las risas de la gente. A destacar el registro vocal y virguerías que consigue Guillem, capaz de imitar a la perfección el sonido de una trompeta. Muy divertidos.
Todo estaba ya a punto para la que sería nuestra última proyección del día. Lo que no sabíamos, es que también se trataba de la última proyección de cine al aire libre que realizarían, así que la organización aprovechó para dar las gracias a todos los patrocinadores, voluntarios, asistentes y profesionales que participaron de la organización del festival. Hicieron subir a todos al escenario consiguiendo ésta bonita estampa.
A destacar uno de los directores de “Tetsudon”, película Kaiju (la de los monstruos gigantes japoneses que arrasan ciudades) que cerraba el festival esa madrugada. Estuvo muy divertido durante toda la presentación en la Bassa de los Hermanos, hasta se atrevió con una bizarra actuación musical en la que no dejó a nadie indiferente. Después de todas las presentaciones, tocaba disfrutar de «Shock Wave».
“Shock Wave” (2017) de Herman Yau
El superintendente y artificiero Cheung, consigue desde dentro desarticular una peligrosa banda que centra sus actividades criminales en el uso de explosivos. El problema es que algunos de los malhechores consiguen huir, y buscarán venganza.
La película de acción que ha arrasado en Hong Kong. Su cine de acción no tiene nada que envidiar a cualquier superproducción de Hollywood que usa la fórmula clásica de éste género: persecuciones, escenas de lucha, explosiones, un héroe que en solitario acaba con todos los malvados, presupuesto estratosférico y grandes estrellas del cine. Lo cumple todo, pero trasladado a los cánones del cine asiático: luchas donde predominan las artes marciales, mayor crudeza en las escenas de violencia, duración más extensa del metraje y reparto asiático claro. En ésta ocasión el protagonista es un superagente de policía de Hong Kong que ha conseguido acabar con una banda criminal estando infiltrado años entre sus líneas. Pero algunos de sus miembros han conseguido huir y desean vengarse a lo grande. En sus dos horas de metraje hay escenas de acción por doquier, persecuciones, tiroteos, de todo. El film lleva buen ritmo en general, menos en las partes en que el protagonista conoce a una mujer y tiene una relación bastante paternalista con ella que no acaba de funcionar en la película. En el momento en que la banda criminal decide poner explosivos en un gran túnel de Hong Kong, la película despunta en situaciones extremas y tensión, hasta su clímax final. Una buena película de acción que no tiene nada que envidiar al cine made in Hollywood. Y un detalle que me ha llamado la atención: aquí los malos tienen más puntería que en las películas de Hollywood, y tela la de inocentes que acaban muriendo en las escenas de acción.
Con la última proyección en la Bassa de los Hermanos nos despedimos de un festival que nos ha dado grandes momentos. Una fecha más a añadir al calendario, cita obligatoria para el año que viene. ¡Ah! Y aquí el cartel de «Mr. Boo»:
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