Ya se conocen las nominaciones a los Goya, y aparte de la magnífica “Verano 1993” (“Estiu 1993” en catalán), no había podido disfrutar de las otras obras nominadas. Poco a poco le voy a ir poniendo remedio, viendo las diferentes obras que han aparecido en la lista y comentándolas en el blog. En esta ocasión hablo de una de las películas que ha recibido más nominaciones a los premios Goya. La ví hace un par de semanas y tenía pendiente elaborar su crítica. Hoy toca hablar de: “El autor”.
“El autor” (2017) – Vista el 14/12/2017
Título original: “El autor” (112 min.)
Director: Manuel Martín Cuenca
Guion: Manuel Martín Cuenca y Alejandro Hernández (Novela: Javier Cercas)
Reparto principal: Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Adelfa Calvo y María León
Género: Comedia, Drama
¿De qué va? (Sin Spoilers)
Álvaro vive en Sevilla a la sombra de su mujer Amanda, una escritora de éxito. Al separarse de ella, decide afrontar su sueño: escribir una gran novela. Álvaro no tiene ningún talento para la escritura, pero descubre que la realidad puede ser una gran fuente de inspiración, sobretodo si manipula a su entorno para que sucedan cosas interesantes.
El ego, la envidia y la búsqueda del éxito
«El autor» es una película que gira entorno a la necesidad de reconocimiento y el deseo de triunfar a toda costa. Álvaro, interpretado por un magnífico Javier Gutiérrez, vive a la sombra de su mujer, una escritora de éxito que ha obtenido el reconocimiento de la crítica y el público. Él, en cambio, pasa sus días entre el papeleo de una notaria y sus clases nocturnas de escritura dónde es machacado por su exigente profesor, un Antonio de la Torre que siempre borda cualquier personaje que le toque interpretar. Todo cambiará el día en que la relación de Álvaro con su esposa acabe, entonces tocará darle un vuelco a su vida y acabar con su papel de segundón. Buscar un nuevo piso, hacer una pausa en su trabajo y por fin poder dedicarse a lo que realmente quiere: escribir una gran novela. Y lo conseguirá a cualquier precio.
Recuerdo tanto en la escuela como en el instituto, cuando nos tocaba entregar una redacción, el profesor insistía en que trajéramos la historia a nuestra cotidianidad, que la acercáramos a nuestro día a día, a nuestras vivencias. Incluso los grandes autores de fantasía o ciencia ficción cogían elementos de sus vidas para ofrecer un reflejo de realidad que consiguiera conectar con el lector. Álvaro recibe un consejo parecido de su profesor (en un tono bastante más agresivo), y eso le hace reflexionar sobre el tipo de vida que lleva. Siempre cercano pero distante, sin grandes experiencias, sin grandes amistades, pasando por la vida sin dejar huella. Con una vida así es difícil poder inspirar una novela que atraiga, por lo que decide cambiar su vida y su relación con el entorno. Ahora se dedicará a profundizar en la vida de sus vecinos y a manipularlos para provocar determinadas reacciones que generen historias interesantes para su futura novela. Que esas manipulaciones afecten de forma perjudicial en la gente que le rodea, le dará igual, lo importante es tener material que le inspire para poder escribir.
La película se siente cómoda saltando constantemente entre dos géneros: el drama y la comedia. La vida y frustraciones de Álvaro, las miserias de sus vecinos de la comunidad, su relación entre ellos, los secretos que le confiesan… Todo rezuma momentos dramáticos que se tiñen de comedia o situaciones cómicas en las que de repente se desata el drama. «El autor» tiene un delicado equilibrio que se sostiene gracias a un gran guion, que ofrece giros inesperados, y unas sinceras interpretaciones de todo su elenco. Aparte de Javier Gutiérrez y Antonio de la Torre, hay otro nombre que brilla con luz propia: Adelfa Calvo. Su papel de mujer casada, que cuida de la portería del bloque de pisos, rezuma sinceridad y proporciona algunos de los mejores momentos de la película.
Esas grandes actuaciones de actores ya consagrados, quedan ensombrecidas por otras que no están al mismo nivel. Hay vecinos de la comunidad que ofrecen interpretaciones más vacías, y momentos en los que esos encuentros vecinales, parecen sacados de escenas más próximas al teatro que al cine, restando cierta realidad al conjunto. También se le puede achacar algunas decisiones más técnicas que no acaban de funcionar demasiado bien. Cuando Álvaro espía a sus vecinos, lo hace desde la puerta del baño, escuchando sus voces y viendo sus sombras en la pared del patio interior, unas sombras que resultan demasiado artificiales y que es fácil que saquen al espectador de la película.
El ritmo de «El autor» no decae a lo largo de sus casi dos horas de metraje, sobretodo gracias a su gran dirección, capaz de imprimir buen ritmo a la película y a su guion que provoca reflexión, drama y risas por igual. Y es que la película trata una de las grandes preguntas de la humanidad: ¿Que serías capaz de hacer para conseguir tus objetivos? O lo que es lo mismo: ¿El fin justifica los medios? Álvaro lo tiene muy claro.
Resumiendo que es gerundio
«El autor» nos habla de la búsqueda de inspiración para escribir una novela por parte de un personaje anodino, que más que vivir la vida pasa por ella sin pena ni gloria. Es tanto el odio que siente por el éxito de su mujer, una escritora reconocida, y las ansias de satisfacer su ego, que es capaz de manipular a su entorno para generar historias que pueda escribir. El drama y la comedia se funden en una obra que se sustenta en sus grandes actuaciones (destacando a un Javier Gutiérrez que se vuelca en un papel muy incómodo) y en un guion consistente con inesperados giros argumentales. Buen ritmo, buena dirección y un elenco de actores secundarios que están en estado de gracia, especialmente Antonio de la Torre y Adelfa Calvo. Tiene algunos defectos que afean el conjunto: actuaciones de un nivel inferior por parte de algunos actores, tono teatral en determinados momentos que resta credibilidad y una decisión técnica (unas sombras que ve el personaje en su patio interior cuando espía a sus vecinos) que resulta demasiado artificial. Una reflexión sobre el proceso creativo de la escritura y sobre hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conseguir nuestros fines.
Lo mejor: La actuación de Javier Gutiérrez, inmensa y sincera. La portera del bloque de pisos (Adelfa Calvo) y el profesor de escritura (Antonio de la Torre). El homenaje a Ernest Hemingway. La escena del karaoke.
Lo peor: Las sombras de los vecinos en la pared. Los personajes de los vecinos mejicanos. Demasiado aire teatral que hace perder credibilidad a su propuesta. La música escogida para la abertura y cierre.
Te gustará si… te interesa profundizar en el proceso creativo de la escritura y eres de los que disfrutas siguiendo a un protagonista miserable que manipula a unos magníficos secundarios.
La odiarás si… esperas una propuesta más cercana al thriller y no te gustan los dramas costumbristas con puntos de comedia.
Me gustó más que: Antes que anochezca
Me gustó menos que: Mientras duermes
Nota: 7/10