Ya bajó el telón la edición número 37 del festival de terror de Molins de Rei, también conocido como TerrorMolins. Diez intensos días de festival a los que pude asistir a su clausura y a la famosa maratón de 12 horas de terror. En la crónica de hoy: «Black metal noruego y la venganza de Nicolas Cage».
El viernes 16 de noviembre por fin pude escaparme a TerrorMolins. Por delante: la exposición «De Palma vs De Palma», el visionado de la película a competición «Lords of Chaos» y de la de clausura «Mandy».
De Palma vs De Palma
Jordi Batet Trias es el mayor coleccionista de materiales vinculados a la obra del famoso director Brian De Palma. Batet ha dedicado más de treinta años de su vida a la búsqueda de toda clase de objetos relacionados con el famoso director y su obra. En la exposición, se puede ver parte de su material organizado a través de conceptos clave recurrentes en la obra de De Palma.
La exposición gratuita sobre De Palma todavía se podrá ver hasta el 25 de noviembre en la Sala de exposiciones de Ca N’Ametller de Molins de Rei.
Después de babear carteles y otros materiales sobre el director, tocaba acercarse a «La Peni» para ver las dos películas que teníamos por delante.
«Lords of Chaos» (2018)
de Jonas Äkerlund
En la década de los 80, el guitarrista Euronymus, el bajista Necrobutcher y el batería Manheim formaron un grupo: Mayhem, la primera banda noruega de black metal. Su historia trágica y truculenta, generará una cantidad enorme de leyendas urbanas a su alrededor.
«Lords of Chaos» es el biopic de la banda noruega de black metal Mayhem. Se focaliza especialmente en uno de sus miembros, el guitarrista Østein Aarseth, también denominado Euronymous e interpretado en la película por Rory Culkin (hermano menor de Macaulay Culkin). La historia arranca con un tono cómico en el que se explica las inquietudes de unos jóvenes noruegos que están hartos de una sociedad que les obliga a comportarse de una forma determinada, decidiendo rebelarse y actuar como a ellos les apetece, generando rechazo y provocación entre la gente. En otros lugares despuntó el punk, en noruega el black metal. Ropa negra, pelo largo, imagen siniestra, adoración a la muerte y a satanás. Pero si la banda Mayhem se hizo más conocida que el resto, fue por su truculenta historia. La película cambia su tono rápidamente para mostrar los actos de unos jóvenes con pocas habilidades sociales y graves problemas relacionales mezclados con algún que otro trastorno mental. ¿El resultado? Brutales luchas de egos, autolesiones, suicido, quema de iglesias, agresiones… Pasamos de las risas a la incomodidad. Al principio se advierte que la historia está basada en hechos reales, y en mentiras. La historia de Mayhem está llena de actos extremos y reprochables, generando una gran cantidad de bulos que hicieron que su historia se hiciera todavía más grande. Unos bulos que el propio grupo utilizó para conseguir más repercusión, y que tal como se muestra en la película, jugaron en la contra de sus miembros. Una vez más, los crueles estragos del camino a la fama.
El film de Jonas Äkerlund se alzó con el premio a la mejor película en el festival.
Al salir de la sala nos impactó ver que ya se había formado una larga cola para ver «Mandy». Tocó dividir esfuerzos para ir a coger bocadillos y poder formar parte de la cola para coger un buen sitio. Al entrar presenciamos la presentación del corto sobre Jack Taylor, la entrega del premio honorífico al propio actor, la presentación de «Mandy» por parte de Ángel Sala, director del festival de Sitges, y las posteriores proyecciones del cortometraje ganador del concurso 20 segundos de terror, del cortometraje documental «Jack Taylor, testigo del fantástico» y de la película «Mandy».
Diego López, director del cortometraje documental «Jack Taylor, testigo del fantástico», presentando su obra.
Jack Taylor recogiendo el premio honorífico.
Ángel Sala presentando la película «Mandy» y elogiando al festival de TerrorMolins.
#20SegundosMovistar2018
Por cuarto año consecutivo el festival ha organizado el concurso de vídeo 20 segundos de Terror, de nuevo con Movistar+ como patrocinador y con el hashtag #20SegundosMovistar. Un concurso de cortometrajes que acepta terror en todas sus formas, géneros, subgéneros e interpretaciones y que tiene como principal requisito que las propuestas presentadas duren un máximo de 20 segundos y que se publiquen en Twitter, Facebook o Instagram.
El ganador del concurso fue el cortometraje «La favorita» y tanto éste como el resto de cortometrajes a competición se pueden visualizar en el siguiente enlace:
http://www.molinsfilmfestival.com/ca/20-segundos-de-terror/
«Jack Taylor, testigo del fantástico»
de Diego López
A lo largo de una extensa entrevista, el actor Jack Taylor repasa anécdotas biográficas y las películas que hicieron de él un rostro imprescindible del cine de género.
«Jack Taylor, testigo del fantástico» es un cortometraje documental que repasa la trayectoria de Jack Taylor a través de una extensa entrevista con el actor. Con 82 años, Jack Taylor, de nombre real George Brown Randall, explica con mucho sentido del humor una carrera que inició en México a finales de los 50 y que posteriormente le llevó a España donde realizó el gran grueso de sus actuaciones. Especializado en cine de terror y de serie B, el actor trabajó con conocidos directores estatales de género como Jesús Franco, Amando de Ossorio o Javier Aguirre. A destacar las anécdotas del rodaje con Arnold Schwarzenegger en «Conan, el bárbaro» y con Roman Polanski y «La novena puerta». Un cortometraje muy recomendable para conocer y reivindicar a una figura destacable del género de terror estatal.
«Mandy» (2018)
de Panos Cosmatos
Red es un leñador que vive con su amada esposa Mandy. En uno de sus paseos, abstraída por la lectura de una novela de fantasía, se cruza con el líder de una secta que se obsesiona con ella y decide secuestrarla invocando a una banda de moteros sobrenatural.
«Mandy» es una de las películas que más ha dado que hablar este 2018. Etiquetada como clásico de culto instantáneo (por poner un ejemplo, por el propio Ángel Sala, director del festival de Sitges), la obra de Panos Cosmatos no deja indiferente a nadie después de su visionado. Genera pasiones y odios allá por donde pasa. «Mandy» muestra la típica historia de asesinato cruel de un ser amado y su respectiva venganza, pero pasada por el filtro lleno de simbolismo, ácido y psicodelia de la mente de su director. El film se divide en dos partes muy diferenciadas: una primera centrada en el amor de Red y Mandy, una pareja que vive aislada en una casa en el bosque, la obsesión de un líder religioso por ella, su posterior secuestro y su brutal asesinato, y una segunda parte donde se muestra la sangrienta venganza de su amado, interpretada por un desbordante y desbocado Nicolas Cage que ofrece un festival de memes en su actuación. Además de tener a un imponente Nicolas Cage, «Mandy» cuenta con un malvado memorable y degenerado, Linus Roache supurando repulsividad por todos sus poros. La primera hora está plagada de cámaras lentas, luces que provocan saturación del color, imágenes oníricas y diálogos extraños que generan un mundo propio al que ser absorbido en su torbellino de rareza, o por el contrario, del que ser violentamente expulsado dejándonos aislados y fuera de juego. Su última hora se aleja un poco de su extremada propuesta para volverse algo (y digo algo) más convencional, aunque acentuando la violencia y la sangre. Influencias de «Hellraiser», de «Heavy Metal», del «Infierno» de «La divina comedia», del género de espada y brujería e incluso de los actos perpetrados por la familia Manson, todo mezclado para crear un microcosmos particular y extremadamente personal. Una salvaje venganza en un extraño viaje psicotrópico. Tal y como suena. Un alucine.
Al salir de la sala aún estábamos digiriendo la propuesta de Panos Cosmatos (de hecho, aún lo estoy haciendo). Tocaba volver a casa a recuperar energías. ¡Al día siguiente nos enfrentábamos a la maratón de 12 horas de terror! Pero eso, ya es otra historia…
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