La semana del 15 de julio coincidieron dos eventos muy especiales para toda persona apasionada por el mundo del cine, de la cultura friki y del mundo asiático: el FantosFreak de Cerdanyola del Vallès y el Nits de Cinema Oriental de Vic. Durante el fin de semana me pude escapar a los dos festivales. Aquí mis impresiones de lo que fue la locura del FantosFreak el viernes 19 de julio.
XX FantosFreak
Tal como explican en su página web (www.fantosfreak.com), el Festival nace de un grupo de amantes del mundo del cine que querían contribuir a la definición de un nuevo género audiovisual, el freak, pero sin dejar de lado su pasión por el fantástico y el terror. Poco a poco, y de manera autodidacta, crecieron en el ámbito cinematográfico con el reconocimiento local e internacional dentro del mundo audiovisual.
A partir de ese momento y sintiendo la necesidad de ayudar a la difusión de los cortometrajes, unieron fuerzas para crear el Fantosfreak, Festival Internacional de Curtmetratges Fantàstics i Freaks de Cerdanyola del Vallès.
Este 2019 han alcanzado su edición número 20, en un festival que consigue reunir 1800 personas cada noche durante los 5 días que dura el festival y que ha proyectado más de 548 cortometrajes, desde finalistas a los Óscar, ganadores del premio Goya, del Festival de Sundance, hasta obras que sólo se han visto en el festival. Fantosfreak se ha consolidado como un importante festival de género fantástico y único en la temática freak.
Wrestling y ambiente freak
El festival se celebró del lunes 15 al viernes 19 de julio en el Parc del Turonet de Cerdanyola. En nuestro caso solo nos pudimos escapar el viernes, día que se realizaba un espectáculo de Wrestling y luego se proyectaban los cortometrajes ganadores del festival.
La gente de Riot Wrestling, una academia de Barcelona que entrena a luchadores y luchadoras en el arte del Wrestling fueron los encargados de calentar al público asistente. Estás leyendo bien, el espectáculo que enamoró a los millennials primigenios en la época de Hulk Hogan y que ahora encandila a los más jovenzuelos con luchadores como John Cena o al adorado por Hollywood, The Rock, en vivo y en directo en el Parc del Turonet con combatientes que provienen de nuestras tierras.
Patadas voladoras, inmovilizaciones, acrobacias imposibles, música atronadora (mayoritariamente metalera) y mucho teatrillo hacían de los combates algo sumamente divertido, apto para todas las edades y que consiguió que el público gritase, aplaudiera y abuchease durante todo el show. A mi lado tenia sentado a un niño de unos 5 años que no dejó de gritar durante todo el espectáculo. Sus padres y un servidor no paramos de reírnos por la pasión que transmitía el chaval. Un diez para la gente de Riot Wrestling. ¡Pura entrega sobre el ring!
La mitología del FantosFreak
Después de la adrenalina de los combates de wrestling, tocaba disfrutar de la selección de cortometrajes que nos tenia preparada la gente del FantosFreak. Y no se trata de una proyección como otra cualquiera. En el Festival llevan muchos años dejando un hueco a una serie de gente freak para presentar cada corto: Los Bailongos, Pepito, SpoilerMan o Garci SuperStar son algunos de los bizarros personajes que irán apareciendo en pantalla y contextualizaran (o destriparán) los diferentes cortometrajes que se verán a continuación. Una mitología propia llena de extravagancia con la que el publico conecta y que provoca una sensación extraña a los no iniciados, pero que desaparece rápidamente con su humor fresco y lleno de mala leche.
Pepito, como si de un Kenny de South Park hecho con Paint se tratara, nos ha robado el corazón con sus relatos de humor en los que siempre acaba muriendo de la forma más inverosímil: atacado por una virgen María zombie, cortándose la cabeza el mismo al olvidar que tenía un hacha en la mano o frito como una croqueta. ¡Ay este Pepitoooooo!
¿Y los cortometrajes?
La idea inicial para el viernes era proyectar los cortometrajes ganadores del festival, pero debido a la lluvia se canceló la sesión del miércoles, así que se proyectarían los que entraban a competición ese día. Por delante teníamos una selección de 10 cortometrajes en los que múltiples géneros y formatos tenían cabida y que atesoraron gran calidad. Puedes consultar toda la programación en la web del festival.
Para no extenderme demasiado, propongo mi Top 3 de cortometrajes del viernes:
3. «Lo siento, mi amor» (2018)
de Eduardo Casanova
En un pequeño apartamento está instalado un extraterrestre desnudo. Pronto aparece una mujer vestida como Jackie Kennedy. Lo que suceda entre ambos cambiará el rumbo de la historia.
«Lo siento, mi amor» es un cortometraje realizado por Eduardo Casanova, el conocido actor que interpretaba a Fidel en «Aída» y que poco a poco se está haciendo un hueco en el cine de autor. Con su polémica película «Pieles» ya dejó claro su espiritu transgresor y sus ganas de impactar e incomodar al espectador con un mensaje a favor de la belleza de lo grotesco. Este cortometraje es continuista a nivel visual siguiendo con la obsesión enfermiza del director por los colores pastel, en especial el rosa, y también a nivel argumental, volviendo a ofrecer imágenes desagradables y atractivas a la vez para esta vez para hablar de la conspiración, el amor a distancia, las sociedades secretas y el retrofuturismo de los años 60. Incluso hay hueco en el cortometraje para Rocío Jurado. Cuanto más descubro a Eduardo Casanova, más me gusta lo que propone.
2. «Post Mortem Mary» (2018)
de Joshua Long
Una madre y una hija se dedican a hacer retratos postmortem en la Australia de 1840. Cuando llegan a la casa de una familia en pleno luto por la muerte de su hija, la madre le pide a su hija que se encargue ella sola del retrato.
«Post Mortem Mary» es el primer trabajo en la dirección de Joshua Long y consigue algo muy complejo para un cortometraje: transmitir momentos de puro terror en tan solo 10 minutos de duración. Con un nivel de producción impecable en el que el vestuario, escenografia y maquillaje brillan a un nivel excelente, la dirección, el reparto y la banda sonora hacen el resto para conseguir transmitir una gran tensión. Lo que sucede en ese espacio cerrado donde la joven convive con un cadáver fallecido hace más de una semana, hace que se nos erizen todos los pelos de la nuca. Pese a que su desarrollo y desenlace pueden ser bastante predecibles, está todo tan bien realizado que es inevitable sentir momentos de puro terror al verlo. Un autor al que seguirle la pista.
1. «Hopes» (2019)
de Raúl Monge
Una pareja de vagabundos sobrevive en Madrid pidiendo dinero en el metro. Ella es una niña pequeña. Él un hombre mayor encapuchado. Toda una relación de dependencia y sumisión.
Raúl Monge tiene una extensísima trayectoria como diseñador gráfico y concept artist en proyectos de gran embergadura como «El laberinto del Fauno», «Pacific Rim» o «Lo imposible». «Hopes» supone su debut en la dirección y lo hace con un cortometraje en blanco y negro que inicialmente parece decantarse por la denuncia social y la relación de dependencia que surge entre dos vagabundos que viven en la calle, una niña pequeña y un hombre mayor. Con un ritmo pausado y con obsesión por los detalles, la historia deja pinceladas del giro argumental que sucede bien avanzado el cortometraje, cuando las cartas se ponen sobre la mesa, el fantástico hace su aparición y nos obliga a replantearnos todo lo visto hasta el momento. Una sorpresa que funciona a la perfección y que deja un poso en el imaginario del espectador que pide a gritos saber más de la historia de la niña y su acompañante. Gran debut en la dirección.
Al finalizar los cortometrajes Rafa Dengrà, director del Festival, leyó el palmarés de este año (puedes consultarlo en su página web) y dió paso a una última sorpresa. «Charlie the Unicorn» se abrió paso ante los atónitos ojos de los no iniciados y los aplausos y gritos de los habituales del festival. Una locura que dejo a continuación para que se perciba el tipo de cosas que pueden caber en el FantosFreak (y lo digo con todo el amor del mundo).
Desde unhombresinpiedad.com solo podemos tener buenas palabras para la gente de FantosFreak, en especial para Rafa Dengrà y Laura P. García por su hospitalidad y entusiasmo.
¡Larga vida al Freak!
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