
La edición 55 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya ha dejado innumerables momentos para el recuerdo. Uno de ellos es poder contar con la presencia de uno de los directores más en forma del género, que mezcla sin complejos elementos de la cultura pop y el fantástico: el director británico Edgar Wright.

El domingo 9 de octubre a las 5 de la tarde en la Sala Garbí 2 del Hotel Melià, se celebró el encuentro con el director de la trilogía del Cornetto, Scot Pilgrim contra el mundo, Baby Driver o Última noche en el Soho. Tras ser presentado por Ángel Sala como «uno de los nuestros» el encuentro se basó en las preguntas directas que lanzaba el público al director. Durante 45 minutos y sin traducción, disfrutamos de su proximidad e ingenio. En el artículo en cuestión me atrevo a hacer una transcripción más o menos libre de lo sucedido en el encuentro.
La influencia de los videojuegos es evidente en Scott Pilgrim contra el mundo ¿Qué videojuegos te gustan? Y respecto a Arma Fatal, se evidencia la influencia de Le llaman Bodhi. ¿Cuál es tu película referente del cine de acción?
Siempre he jugado a videojuegos. No recuerdo mis primeros juegos, pero si que te puedo decir que ya le daba caña al Spectrum. Tuve una temporada en que por culpa de la Playstation, no salía de casa. De hecho, en Zombies Party, la consola que se utiliza en la película, es la mía. En cuanto al cine de acción, mi referente absoluto es Le llaman Bhodi. Si quieres que mencione nombres en concreto de directores y directoras te puedo decir Kathryn Bigelow, John Woo, James Cameron…
Baby Driver es un portento del cine de acción con un montaje sonoro espectacular. ¿Puedes hablarnos de como surgió la idea?
Desde adolescente hay películas de acción que me han marcado. Calles de fuego o Driver, ambas de Walter Hill, han ejercido una gran influencia sobre mi. Y son dos películas con marcado estilo, referentes de género y con un gran peso de la banda sonora. Jon Spencer Blues Explosion también me influyó claramente para la creación de la película, no podía dejar de pensar en una persecución de coches a la que poner esa banda sonora. La música es un elemento esencial del ritmo narrativo en mi cine.
Shaun of the Dead se ha retitulado en España con el nombre de Zombies Party. ¿Qué opinas sobre el cambio de nombre?
Zombies Party es un título idiota, pero el póster que tengo colgado en casa es el del título en castellano. Me encanta. Y después de la maratón de terror de anoche creo que cobra más sentido el título en castellano. Voy a tener que revisar más títulos en diferentes países.
Tu trabajo me ha marcado muchísimo, tanto que me quiero dedicar a la dirección gracias a ti. ¿Puedes darme algún consejo?
Si no provienes de una familia adinerada que te permita estudiar cine y financiarte películas has de seguir el camino que te apasiona. No dejes de hacer cosas. Lee, mira películas, observa… empápate de todo lo que más te gusta. Al principio es muy difícil buscar tu voz particular. Creo que hay que atreverse, hablar sobre lo que te remueve y buscar oportunidades. Yo comencé de adolescente haciendo cortometrajes. Con uno de ellos gané un concurso de televisión y con el premio me compré una cámara de vídeo y eso me permitió rodar A Fistful of Fingers. Gracias a esa película me contrataron como director de una serie de televisión con 21 años. Aprendí a base de copiar lo que me gustaba y esforzándome por descubrir como se había rodado un plano o secuencia concreto. La televisión fue mi universidad.
En 2021 rodaste el documental The Sparks Brothers. ¿Qué tal fue la experiencia de rodar un documental?
Me encantan The Sparks Brothers. En mi entorno no paraban de decirme que había una gran historia detrás de la banda, que merecía ser contada, y que encajaba claramente con mi estilo. Cuando me propuse hacerlo no sabía por donde empezar. Me acompañó un equipo increíble y amo a la banda, así que para mi fue todo un privilegio poder seguir durante 4 años al grupo.

La trilogía del Cornetto se basa en la mezcla de géneros en cada una de sus entregas. ¿Te has planteado una cuarta parte?
Reconozco que es un tema que genera expectación. No plantee esas películas como una trilogía al uso, pero nos hizo mucha gracia utilizar ese elemento en las películas. La variedad de sabores del Cornetto, esos tres sabores, marcaron una hipotética trilogía como la trilogía de los tres colores de Krzysztof Kieślowski. Ni descarto ni desmiento que pueda existir una cuarta película.
¿Qué peso tiene la música en tu proceso creativo?
Tengo canciones muy claras en mi cabeza y las traslado directamente al guion. Creo que se puede percibir fácilmente el peso de la música en mi filmografía. Creo que Shaun of the Dead y Baby Driver llevan al extremo esa fórmula. El rodaje viene marcado por el ritmo de la música, pero marca incluso el estilo de la escena. Introduzco la música y las canciones ya en el guion y eso me ayuda a la planificación general, al montaje y a concebir el ritmo de la escena. Reconozco que hay escenas en mis películas que parecen sacadas de un musical, y me encantaría poder rodar uno, pero soy consciente de que los musicales no suelen funcionar en taquilla.
¿Cuál es el papel del storyboard en tu cine?
En el storyboard vuelco todo. La creación de las viñetas me permite organizar mentalmente el trabajo y poder tener visualmente en mi cabeza todo el trabajo para poder decir «esto es lo que haremos hoy». El storyboard permite una mayor integración de la música en el proceso de planificación de rodaje. En el animatic (proceso de animación del storyboard) puedes ver como se ejecuta todo a la perfección y si la escena necesita recortarse o alargarse.
¿Cómo se rodó la escena del baile de Última noche en el Soho?
Conviven muchas cosas complicadas en esa escena. Quería realizar un plano secuencia en el que la protagonista se convirtiera en otro personaje, destacando el cambio de color del pelo, del rubio al moreno y del moreno al rubio. Comentándolo con mi pareja me decía: «¿Pero como lo vas a hacer?». El nivel de planificación en la coreografía, el movimiento de cámara, las transiciones… En los extras de las ediciones físicas de la película existe un plano cenital que es muy explicativo al respecto. Todo mi respeto para el coreógrafo de la escena. ¡Un portento!
¿Echas algo de menos de tus primeros trabajos?
Era adolescente y el equipo de rodaje eran mis amigos. En aquellos momentos siempre realizaba en mis trabajos lo contrario de lo que me recomendaban mis maestros. Se trabajaba con un equipo mínimo, todos eran amigos, gente de mi barrio, e incluso ponía a familiares en la película. Era divertido, sin complejos y sin presiones.

Los 45 minutos que duró la sesión pasaron volando y todo el público asistente que tenía preparados posters y películas en dvd y bluray corrieron tras el director para conseguir su preciada firma. Una vez más, un lujo poder contar con la proximidad de grandes nombres de la industria cinematográfica gracias al buen hacer del festival de Sitges.