Conviven en cartelera dos películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial que deciden alejar el foco del conflicto bélico para hablar de los problemas éticos surgidos a partir de éste, aunque ambas con perspectivas poco habituales al tratar la temática. En la sesión continua de hoy toca hablar de Jojo Rabbit y Vida oculta.
«Jojo Rabbit»: Adolf Waititi
Título original: Jojo Rabbit (108 min.)
Año: 2019
Director: Taika Waititi
Guion: Taika Waititi (Novela de Christine Leunens)
Reparto principal: Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Thomasin McKenzie y Taika Waititi
Género: Comedia, Drama, Histórico
Sinopsis: Jojo tiene 10 años y pertenece a las juventudes Hitlerianas. Está deseando ir al campamento de entrenamiento con su amigo Yorky, pero también está nervioso por si no cumple las expectativas que hay en él. Suerte que su amigo imaginario Adolf Hitler, siempre está presente para apoyarle cuando aparecen las dudas.
Opinión: La comedia es un género valiente que por antonomasia busca la complicidad del espectador a través de la incomodidad y la risa. Las fronteras que no se atreven a transitar determinados géneros son caminos habituales recorridos por la comedia, buscando cuestionar esas fronteras, generando seguidores y detractores por igual. Es difícil no pronunciarse hacia un tema conflictivo con el que se está haciendo comedia. En cambio, si se trata desde cualquier otra perspectiva, especialmente si se hace desde el drama más descarnado y exageradamente trágico, desaparece la polémica. Me atrevería a afirmar que el fantástico es otro género que abraza el atrevimiento. La comedia blanca, la que no genera ofensa, también funciona, pero el debate a su alrededor se difumina y pocas veces provoca el mismo impacto y reflexión posterior. Reírse del terrorismo, la guerra, la religión, la muerte o la enfermedad, ser “políticamente incorrecto” y traspasar los llamados “límites del humor” sigue siendo generador de polémica en la actualidad. Jojo Rabbit se ha visto envuelta en ese aura de polémica, al introducir la comedia al tratar un tema tan complejo como el nazismo.
Johannes Jojo Betzler es un solitario niño alemán de 10 años que pertenece a las juventudes Hitlerianas. Jojo tiene dos grandes amigos: Yorky, un joven que también pertenece a las juventudes, y el propio Adolf Hitler, quien se le aparece cuando se encuentra solo y le da consejos para afrontar los problemas que le suceden. Vive en una gran casa con su madre Rosie, quien a pesar de la situación de guerra actual, tiene un mensaje de optimismo y amor que siempre se encarga de repetir a su hijo, intentando que este se aleje del mensaje nacionalista y cargado de odio del movimiento. Jojo está entusiasmado por asistir a un campamento de entrenamiento dirigido por el capitán Klenzendorf, pero no acaba de encajar con el resto de jóvenes. Unos reclutas más mayores presionan a Jojo para que demuestre su valía como soldado matando a un conejo, y al dejarlo escapar, todos se ríen de él y le ponen el apodo de Jojo Conejo.
Jojo Rabbit es la última película del neozelandés Taika Waititi, quien dirige y escribe el guion de esta película basada en la novela “El cielo enjaulado” de Christine Leunens. Una declaración de intenciones de su director, en la que deja claro que uno se puede reír de todo, incluso del nazismo, aunque sin dejar de lado el tremendismo y la vena más melodramática para contentar a las audiencias con tendencia a la ofensa. El humor es grueso y fácilmente accesible, y consigue que algunos nazis puedan resultar personajes atractivos por lo extremo y absurdo de su comportamiento. El punto de vista de un niño es el perfecto para idealizar un movimiento repulsivo en todas sus facetas, y que con la perspectiva actual de los hechos del pasado, únicamente puede ser vanagloriada por los ojos inocentes de la infancia o por la propia estupidez humana. En su inicio la película utiliza una canción de los Beatles, versionada en alemán, tanto para hacer la broma explícita conectando el saludo nazi con la propia letra de “I want to hold your hand” como para asociar el movimiento nazi al fenómeno fan. Un fanatismo que ciega al que endiosa y que lo incapacita para vislumbrar cualquier mal. Alejada del fanatismo imperante, está Rosie, el personaje interpretado maravillosamente por Scarlett Johansson, quien intenta por todas las maneras que su hijo Jojo se aleje del nazismo y que tome conciencia de un mundo en el que la búsqueda de la aceptación de la diferencia, la paz y el amor puede ser posible.
Estética de Wes Anderson (aunque lejos de éste), espíritu de comedia gamberra de los Monty Python y de Mel Brooks (sin ser tan punzante) y con el corazón de Roberto Benigni latiendo en su interior (con todo lo bueno y malo que conlleva) en un film que introduce la comedia en uno de los momentos más trágicos de la historia de la humanidad pero que no acaba de llegar a la excelencia de los autores citados. El equilibrio entre comedia y drama está presente durante todo el metraje, y funciona mejor cuando la balanza se decanta hacia la comedia al principio de la historia que cuando se centra en el melodrama de su recta final. Atrevida sin ser arriesgada y dramática pero excesivamente lacrimógena. Con todo, una obra a tener en cuenta que ha sido galardonada con el Óscar al mejor guion adaptado. Y mucha atención a un detalle que incluye el film de forma más o menos sutil, la reivindicación de los derechos de las personas gay en ese contexto histórico.
Lo mejor: su sentido del humor y momentos dramáticos funcionan en su mayoría. Jojo y su mejor amigo Yorky. La actuación de Scarlett Johansson. La reivindicación que existe alrededor del personaje de Sam Rockwell. La banda sonora con temas famosos traducidos al alemán. La crítica al fenómeno fan. La escena de la Gestapo.
Lo peor: un Hitler imaginario menos punzante de lo esperado. El acento sentimental. La búsqueda por agradar tanto a seguidores de la comedia gamberra como a quienes buscan una historia dramática ambientada en la segunda guerra mundial hace que la balanza no acabe de decantarse.
Nota: 7/10
“Vida oculta”: Convicciones y sufrimiento
Título original: A Hidden Life (180 min.)
Año: 2019
Director: Terrence Malick
Guion: Terrence Malick
Reparto principal: August Diehl, Matthias Schoenaerts, Valerie Pachner y Michael Nyqvist
Género: Drama, Histórico
Sinopsis: Franz y Fani viven en los alpes austriacos junto a sus tres hijas. La Segunda Guerra Mundial estalla y Franz es reclutado para combatir en el ejército alemán. Sus creencias le impedirán jurar lealtad a Hitler, pese a las terribles consecuencias que eso puede conllevar.
Opinión: Las convicciones nos pueden llevar a tomar decisiones drásticas para ser fieles a nuestros pensamientos, pero también pueden conseguir que florezca la culpabilidad al no seguir los parámetros que nos dictan. Nuestras decisiones influyen en nuestro entorno. Se pueden alejar de nuestros principios haciendo que sintamos una traición hacia nuestra propia ética, o por llevarlas a cabo y ser fieles a nosotros mismos, podemos no tener en cuenta las consecuencias y provocar terribles consecuencias para las personas más cercanas. Decidir qué es lo mejor para el bien común, distanciando la decisión de la parte más sentimental, escapando de los principios que nos definen como persona (el sentimiento de pertenencia, el amor hacia los nuestros, el instinto de supervivencia…), es un debate moral que se ha tratado innumerables veces en el cine y la literatura. Si además vinculamos esos dilemas con grandes momentos históricos en los que esas decisiones marcaron el destino de muchas vidas, la trascendencia de las convicciones se vuelve inabarcable.
Franz y Fani viven con sus tres hijas en una granja alpina en Sankt Radegund, Austria. El paisaje es asombroso, la vida es sencilla y el trabajo es duro, aunque convive con momentos cargados de felicidad. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, los hombres del pueblo son reclutados y llevados a campos de entrenamiento. Inicialmente Franz sigue la corriente del resto, aunque cuanto más convive con el resto de soldados, más se da cuenta de que se aleja de los valores de la guerra. Por suerte, Franz no ha de combatir en el frente. Vuelve a su hogar y recupera su vida y su rutina. Cada vez se aferra más a sus pensamientos y no le ve sentido a participar en una guerra en un bando cegado por el nacionalismo y que promueve el odio. El problema surge cuando al poco tiempo vuelve a ser llamado a filas, y en esta ocasión, Franz se resiste a prestar juramento a Hitler. Su fe inquebrantable le hará resistir todas las represalias que sufrirá por parte del pueblo, pero también tendrá que aceptar las consecuencias que esa decisión tendrá para su familia.
Vida oculta es la última película del controvertido director y guionista Terrence Malick. Apaleado y aplaudido a partes iguales por parte de crítica y público, Malick se aferra a su estilo trascendental, pero ofreciendo una obra menos críptica de lo habitual y con una estructura narrativa más accesible. La propuesta visual resulta impresionante, con una cámara que acompaña constantemente a los protagonistas y que ofrece bellas imágenes de los espectaculares paisajes. Este aspecto despunta especialmente en los tramos ambientados en los pasajes montañosos en los que convive la pareja protagonista, de una belleza apabullante. El apartado visual es acompañado a la perfección por la maravillosa banda sonora de James Newton Howard, con una pieza principal que resulta luminosa y dramática a la vez.
El dilema de Franz se centra en unas convicciones que le hacen ir a contracorriente de toda una comunidad (en realidad, de toda una nación) que está cegada por el nacionalismo y el odio, y al no aceptar la presión y su mensaje, le llevará por un camino de dolor y sufrimiento. Tanto para él como a los miembros de su familia, quienes recibirán las presiones de la gente del pueblo. La película transita por caminos comunes y no busca sorprender, prefiere profundizar en los problemas éticos a los que se enfrentan los protagonistas, poniendo el foco en el peso de la familia y en las graves consecuencias que puede tener esa decisión. Los diálogos resultan escasos en el film, y la mayoría se realizan a través de monólogos interiores o cartas que se mandan la pareja protagonista. El ritmo, la redundancia del mensaje y el largo metraje pueden hacer mella en el espectador que no conecte con la película al 100%, pero si se entra en su historia, consigue momentos de poderosa fuerza dramática.
La elección del punto de vista y la situación de la cámara merece comentario aparte. La gran mayoría de planos tienen su punto de fuga apuntando al cielo en los espacios exteriores, a las ventanas en los espacios cerrados y los planos contrapicados son una constante a lo largo del film. El dilema moral del protagonista se traslada de una perspectiva terrenal a lo divino, reflejando la fe inquebrantable de Franz. Un personaje con una vida oculta que se ha reivindicado con el paso del tiempo. Alguien que se atrevió a seguir lo que dictaba su conciencia, a pesar de las graves consecuencias a las que se enfrentaba.
Lo mejor: su poderosa y apabullante propuesta visual. La banda sonora de James Newton Howard. Los pasajes ambientados en Radegund. Los momentos melodramáticos. El manejo impecable de la cámara y del encuadre. La escena de la motocicleta.
Lo peor: la grandilocuencia, redundancia y extensión del metraje pueden hacer de la experiencia algo fatigoso, especialmente si no se conecta con la película plenamente. El tramo de la cárcel.
Nota: 8/10
Me quedo con…
Vida oculta. La trascendental y absorbente propuesta de Malick me ha emocionado y ha conectado más conmigo que Jojo Rabbit, la transgresora y tragicómica película de Waititi. Es cierto que es una experiencia que exige predisposición por parte del espectador, tanto por su ritmo como por su reiteración en el mensaje, pero tanto el apartado visual y sonoro como el drama emocional calan profundamente si uno abraza su historia y no rechaza el particular estilo del director.
Hail, digo, hola! Acabo de leer la reseña de Jojo, me quedé con pena porque, al igual que comentas, me sobra drama, rompe el ritmo y me sacó bastante de la historia, ese pequeño detalle la deja a las puertas de las grandes-grandes.
Genial esta referencia https://www.youtube.com/watch?v=ECCIymg1kD4
Me apunto la de Mallick, 3 horas me frenan.
Gracias por tus aportaciones!
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¡Hola! Gracias por leer y por comentar, veo que somos unas cuantas personas las que no acabamos de estar convencidas con ese giro al melodrama que da la película. Gracias por comentar la referencia, la desconocía.
Lo que comentas de Mallick no solo es por la duración, lo machacona que es también pasa factura. Es clave conectar con ella.
¡Gracias por dedicarle un poco de tu tiempo al blog!
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