
Múltiples han sido las recomendaciones sobre películas y series que se pueden encontrar en los catálogos de Filmin y Netflix, pero aun no había profundizado en otras plataformas en streaming que cuentan con grandes propuestas. Éste artículo existe para ponerle remedio a esa situación y abrir un nuevo frente. En las recomendaciones de hoy: 5 películas originales de Amazon Prime Video.

Derribad al hombre (2019)
de Bridget Savage Cole y Danielle Krudy
Las hermanas Connolly han preparado el funeral de su recientemente fallecida madre. Esa misma noche, una de las hermanas se ve envuelta en un truculento crimen que deciden encubrir.
Cierto tono a Fargo, el clásico moderno de los hermanos Coen, asoma entre las costuras de Derribad al hombre, un film de cine negro ambientada en una pequeña y aislada localidad pesquera en el que coexisten fogonazos de comedia con canciones marineras de tono nostálgico. La ópera prima de Bridget Savage Cole y Danielle Krudy cuenta con un afilado guion de punto de vista claramente femenino que da el protagonismo a un elenco de mujeres para tratar las grandes dificultades a las que se ven sometidas para poder subsistir en el pequeño pueblo pesquero de Maine. Allí los problemas presentes de las hermanas Connolly para ocultar un terrible crimen se entremezclan con el turbio pasado de las mujeres más veteranas del pueblo. Mujeres que, pese a sus apariencias de amables amas de casa y trabajadoras de la comunidad, han tomado duras decisiones en el pasado que han marcado la vida de todos los habitantes del pueblo. Un pueblo aparentemente liderado por fuertes hombres que se dedican a la pesca y que cantan melancólicas canciones sobre el mar y su profesión, pero en el que realmente las mujeres son las que llevan el peso desde la sombra. El fallecimiento de la madre de las protagonistas y el crimen cometido por una de ellas es el desencadenante que provoca el florecimiento de todos los rencores y males del pasado, salpicando a todas las personas de una localidad que se convierte en un personaje en sí misma. Los hombres en la trama siempre van un paso por detrás de las mujeres y se visualizan primarios en sus decisiones y anhelos, aunque sin alcanzar la caricatura, ofreciendo el contrapunto perfecto a esta divertida historia de empoderamiento femenino cargada de pequeños detalles y buenos diálogos. Debut prometedor de dos directoras a las que seguir su muy de cerca.

La gran enfermedad del amor (2017)
de Michael Showalter
Kumail es un hombre pakistaní que quiere convertirse en cómico profesional y que se gana un dinero como conductor de Uber. Una noche conoce a Emily, una mujer que pondrá su vida patas arriba.
La gran enfermedad del amor parece usar la trillada fórmula de comedia romántica de chico conoce a chica, pero añadiendo el peculiar detalle del choque cultural entre una mujer americana y un hombre de raíces paquistaníes. La profesión peculiar de él (cómico y conductor de Uber), unido a las tradiciones de su familia (obsesionada con el matrimonio concertado), hacen que la película se sienta creíble cuando las bromas se van encadenando para hablar de las relaciones y de las diferencias culturales entre los protagonistas. Kumail Nanjiani y Zoe Kazan demuestran tener una gran química, a la que hay que sumar un conjunto de encantadores secundarios que les acompañan y que enriquecen el relato. Pero la obra decide ir mucho más allá. Un terrible giro de los acontecimientos introduce un suceso melodramático, pero en una gran decisión argumental, el tono cómico y las situaciones incómodas se mantienen, haciendo que el film gane enteros de honestidad al ser fiel a sí mismo en su planteamiento inicial. Una comedia romántica que sirve de canal para hablar sobre las diferencias culturales, la cultura musulmana, la enfermedad y los prejuicios. También pone un contexto pocas veces mostrado en un film, el backstage de los espectáculos de stand up, tan de moda en los últimos años y del que poco conocemos lo que sucede tras el escenario. Kamil Nanjiani interpreta a su propia persona, ya que sufrió en sus propias carnes los hechos narrados en la película, dando un plus de veracidad a todo lo que sucede en esta historia cargada de dramatismo y sentido del humor. Una grata sorpresa cargada de emoción y buenos momentos cómicos, de las que deja una sensación positiva tras su visionado.

One Child Nation (2018)
de Zhang Lynn y Nanfu Wang
El gobierno de China impuso un control de la natalidad a través de una ley de política de hijo único que funcionó del 1979 hasta el año 2015.
A finales de los años 70, la población de China estaba acercándose a los mil millones de habitantes. El temor a la falta de recursos para poder abastecer a toda esa superpoblación generó una política de control de natalidad basada en el hijo único. Nanfu Wang es una mujer que nació en China en la época en que esa ley estaba en su apogeo, y a través de One Child Nation quiere abordar las consecuencias de todos estos años de políticas restrictivas de natalidad. Una investigación de una cruel e impositiva política nacional frente a un proceso de introspección individual y familiar. De lo macro a lo micro. Lo que inicialmente se aborda como un ejercicio de racionamiento de la natalidad que puede llegar a tener su lógica, pronto muestra toda su compleja profundidad y las graves consecuencias generadas. Para empezar, plantea dos enormes incógnitas: ¿qué pasaba con las mujeres embarazadas que ya tenían hijos? ¿Qué hacían con los hijos e hijas que ya habían nacido? La propaganda y adoctrinamiento (término muy de moda en los últimos años) utilizados por el gobierno chino a través de los medios de comunicación, el ocio y la publicidad inoculaban constantes mensajes a favor de esa ley. La propaganda iba dirigida tanto a los funcionarios del estado como a los propios ciudadanos decantando la balanza hacia una ley que favorecía los abortos ilegales, los abandonos, los secuestros y los negocios ilegales a través del tráfico de bebes. Aunque se cometieran auténticas barbaridades, la mayoría de personas las justificaban porqué eran inevitables para alcanzar un bien común. One Child Nation obtuvo el gran premio del jurado a mejor documental en el festival de Sundance y pasó los primeros filtros de selección a los premios Óscar aunque luego no llegó a la selección final. Los medios de comunicación chinos no se hicieron eco de la noticia y la directora asegura que tanto ella como familiares y amigos suyos han sido investigados por el gobierno chino. Sin duda, la obra de Wang se trata de uno de los mejores documentales realizado en los últimos años.

Suspiria (2018)
de Luca Guadagnino
Susie Bannion viaja a Berlin para cursar sus estudios de danza en una de las escuelas más prestigiosas del mundo. El mismo día en el que ingresa, una de las alumnas, es asesinada.
El clásico del giallo de Dario Argento de 1977 es abordado por Luca Guadagnino para realizar su remake de 2018. Tras la sorpresa e incredulidad inicial al saber que se dejaba en manos del director de Call Me by Your Name la realización de una nueva versión de un clásico del cine de terror, todo el mundo cogió aire al ver lo que resultaría ser una propuesta diferente y particular. No se trata de trasladar la historia a los cánones cinematográficos actuales (que también), se trata de hacer una reinterpretación de la historia, modificando la forma y el contenido. Del homenaje de Argento al expresionismo alemán con histrionismo de colores y formas, a la propuesta de Guadagnino con colores apagados y una omnipresente sensación de opresión y melancolía, como la que sentían los propios habitantes de un Berlín separado por el gran muro. La escuela de danza es el centro neurálgico del film, donde la realidad de puertas hacia adentro es todavía más cruel que la que sucede en el convulso exterior. Allí la danza contemporánea es utilizada como vehículo de supuesta liberación de unas mujeres con grandes lastres y rabia en su interior, para descubrir que en realidad es el instrumento de unas maestras que conocen su potencial oculto. La danza como liberación, como instrumento de control, como ritual, como arma. Una de las escenas cumbre es el violento baile de Dakota Johnson con unas terribles consecuencias para una compañera de escuela. El arte y la brutalidad de la mano. La Suspiria de Guadagnino se enmarca en el cine de terror de autor más reciente, en el que los sustos explosivos son sustituidos por una sensación de malestar constante que inunda todo el metraje, aunque en su desenlace apuesta por un macabro y excesivo baño de sangre de los que genera disparidad de opiniones y que da la impresión de ser un tanto precipitado, atentando contra el propio estilo mostrado anteriormente. Con todo, la propuesta de Guadagnino se aleja de los cánones habituales del remake para ofrecer un punto de vista autoral muy de agradecer en tiempos de asumir pocos riesgos.

The Vast of Night (2019)
de Andrew Patterson
Una operadora de teléfonos y un locutor de una emisora local descubren una extraña frecuencia. Durante una noche la obsesión por descubrir de donde procede esa señal les unirá en una investigación a contrarreloj.
Con evidente homenaje a La dimensión desconocida a lo largo del metraje, The Vast of Night plantea un relato de ciencia ficción de la vieja escuela en el que el constante diálogo entre personajes sirve de hilo conductor para narrar la historia. Ya desde el inicio el homenaje se vuelve palpable cuando la cámara se introduce en el comedor de una casa para lentamente acercarse a una televisión vintage que está emitiendo un programa de ciencia ficción. A partir de aquí, todo lo que vemos forma parte de ese programa de televisión y la cámara se alejará en ciertos momentos para recordárnoslo. Cámara que realiza constantes planos secuencia y que está en obsesivo movimiento en su persecución tras los personajes protagonistas, como si el secreto que desean resolver esté tras ellos desde el principio del metraje. Ese movimiento se detendrá en pocas ocasiones, siempre poniendo especial atención a un extenso diálogo o a un intenso monólogo de alguno de los personajes. La reafirmación de la idea del poder de la imaginación, de desarrollar en nuestra mente lo que nos es narrado y de conseguir así poder romper las barreras de la realidad tal como la entendemos. Orson Welles consiguió desatar el pánico con su narración radiofónica de La guerra de los mundos y la ópera prima de Andrew Patterson se fundamenta en los mismos principios para desarrollar su narrativa. The Vast of Night realiza una clara apuesta por el poder de las historias narradas, la magia de la radio y el recuerdo de una televisión atrevida, pero en su viaje se excede en algunas florituras técnicas que chocan con la propia propuesta y en lo cargante de muchos de sus diálogos. Deja la sensación que hubiera funcionado a la perfección con un menor metraje, que la conecta de nuevo con las referencias televisivas que homenajea.
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