Cuando acecha la maldad: Terror embichado

Tras su exitoso paso por Sitges, en el festival Internacional de cine fantástico de Catalunya, donde obtuvo el premio a la mejor película, y por la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, donde se alzó con el premio del público, la nueva propuesta de Demián Rugna llega a nuestras salas para acecharnos con su Maldad. Hoy toca hablar de Cuando acecha la maldad.

Cuando acecha la maldad

Título original: Cuando acecha la maldad (99 min.)

Año: 2023

Director: Demián Rugna

Guion: Demián Rugna

Reparto principal: Ezequiel Rodríguez, Silvia Sabater, Demián Salomón, Luis Ziembrowski

Género: Terror

Dos hermanos de un pueblo remoto descubren a un hombre poseído por fuerzas demoníacas. Desesperados por huir de la Maldad, descubren lentamente que es demasiado tarde.

Dentro del terror, el subgénero de posesiones demoníacas y exorcismos se alza con voz propia y ha alcanzado cotas de culto con películas tan icónicas como La semilla del diablo, El exorcista o la saga Posesión Infernal (Evil dead, en su título original). Tras ellas siguen multitud de obras que se mantienen en los cánones y no consiguen dejar marca, ni dejar poso alguno, por ser demasiado fieles a los estándares y no contar con voz propia en el relato. Aquí es cuando Demián Rugna, el director y guionista de Cuando acecha la maldad, hace acto de presencia y consigue solventar precisamente esos dos puntos que más han lastrado al subgénero. Después de la gran acogida que tuvo su obra Aterrados, su siguiente film lo consagra como referente del género de terror argentino.

El gran acierto y seña distintiva de la película es trasladar todos los elementos clásicos del cine de posesiones a un microcosmos en el que controlar los elementos y añadir una gran cantidad de ingredientes locales que consiguen crear algo genuino, un universo en el que los descubrimientos de los protagonistas también son los del espectador. Los seres poseídos, aquí denominados encarnados o embichados, siguen una serie de normas específicas que se han de seguir a rajatabla si no se quiere caer en su maldición. Esa mitología propia y el acierto de trasladarla a un medio rural, endogámico, alejado de las grandes ciudades, incluso de pequeños pueblos, dota a la narrativa de una singularidad que resulta tan atractiva como aprisionadora.

La marca autoral se vislumbra de forma clara en como se traslada el concepto antes mencionado a la acción, con una dirección a la que no le flaquea el pulso cuando ha de ofrecer terribles golpes de efecto repletos de violencia y dureza. Cuando acecha la maldad no ofrece concesiones, presenta su trama y la exprime hasta la extenuación, dando lo que se promete pero no en el momento que se espera. Rugna se toma su tiempo para desarrollar la idea dentro de la trama y como espectador no resulta complejo anticiparse al posible acto que va a suceder en pantalla, pero aquí la dirección consigue tener temple, mantener la tensión e incluso resulta fría y sobria, para después ofrecer una salvaje resolución que resulta descorazonadora en todas y cada una de las ocasiones. No exagero al decir que la película consigue presentar imágenes de impacto de las que no se olvidan. Cuando acecha la maldad no se recrea en el gore, la violencia es explosiva y literal, pero lo que consigue transmitir verdadero pavor es la sensación de que el mal avanza de forma inexorable, que acecha en cualquier rincón y que la maldición ya perdura en los protagonistas hasta alcanzar un terrible y doloroso destino.

Resumiendo que es gerundio

El subgénero de posesiones demoníacas que parece trillado en su fórmula recibe una propuesta que abraza los estándares para incluir elementos propios y una visión autoral repleta de tensión y violencia. Cuando acecha la maldad es una genialidad de terror rural sobre posesiones con una mitología muy personal y una sangrienta puesta en escena de las que deja marca tras verla.

Lo mejor: conseguir que una película del subgénero de poseídos consiga tener sello autoral y una mitología propia desarrollada en el mundo rural alejada de las propuestas vistas una y mil veces. La fuerza e intensidad de sus escenas violentas. El mal cuerpo que consigue generar tras verla. Ezequiel Rodríguez y Demián Salomón.

Lo peor: una pequeña parte del reparto no se siente al mismo nivel que el resto. Que se achaque su fama únicamente a los golpes de efectos violentos o a la crudeza de sus escenas con infantes o animales, la obra va mucho más allá de eso.

Te gustará si… adoras el terror y buscas alternativas al cine norteamericano. Si gozas de películas que te dejan grabada en la mente imágenes perturbadoras.

La odiarás si… no te gusta el terror o prefieres cuando el género sigue cánones más clásicos. Si eres una persona aprensiva con las imágenes impactantes.

Me gustó más que: Aterrados

Me gustó menos que: Posesión Infernal

Nota: 8/10

24 respuestas a “Cuando acecha la maldad: Terror embichado

  1. Una noche volviendo a casa del trabajo un tipo me persiguió con su coche durante unos cinco minutos. ¿La razón? No le gustaba mi cara y vio a «bien» hacerme pasar miedo. Suerte que mi hermano estaba fuera de casa fumando un cigarro y lo espantó.

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  2. De crío jugando con unos vecinos entramos en una construcción, varios subieron al segundo piso mientras que yo me quedé en el primero, cuando de repente a uno que estaba en el segundo se le ocurrió de tira una pared mientras yo subía por las escaleras,la pared me partió el pie
    Eso fue porque alcancé a esquivar o si no me hubiese caio en el tarro y ya estuviese formando mi poltergeist , luego del incidente me enteré por el hermano del pibe que lo hizo con la intención de joderme porque le había ganao en el kof

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  3. Ufff… Es la primera crítica que leo sobre la película. Y creo que es una de esas películas de terror que voy a esperar a ver en casa, protegida. Yo me he acordado de un embichado que bien podría ser también protagonista aquí, por lo que cuentas sobre las escenas violentas con animales. Hace unos días, el desgraciado tiró en Valladolid a un contenedor a 8 cachorritos de perro vivos. Los rescataron de casualidad, aunque, por desgracia, murieron todos, finalmente. Pero han podido dar con el supuesto encarnado gracias al ADN de los perritos. Cuando acecha la maldad da igual si eres persona u otro animal. Saludos. En Twitter/X soy @razzorbuzz.

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    • La película es una obra genuina de terror. Presenta un universo propio y se mantiene firme hasta el desenlace. Muy recomendable, aunque también ea muy impactante. Yo te recomiendo la experiencia en el cine.
      Sobre el caso que comentas, no soporto la violencia de ningún tipo, y sobre animales indefensos, me enerva especialmente. Un embichado estaba detrás del suceso, SEGURO.
      Saludos y gracias por comentar y compartir la historia.

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  4. Momento en que me acechó la maldad… Un día viajando en metro con el vagón a tope y empiezo a oler un flatulencia tremenda (que no era mía). Sin poder moverme y casi sin respirar la maldad acechó hasta la siguiente parada en la que me bajé aunque no era la mía!

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  5. El otro día cuando llegué a casa vi en el buzón una notificación de la agencia tributaria. Aunque me esperaba que fuese la respuesta a una tramitación simple que tuve que hacer, te acojona igual. Uno nunca está seguro del todo. Un saludo.

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  6. Esta historia pertenece a mi familia.
    Mi tía Elena participó en un evento deportivo juvenil en el Estado de Querétaro hace ya varios años. Tenía 13 años y le encantaba el atletismo.
    Ella no conocía tanto al resto de los seleccionados ni a los entrenadores; sin embargo se hizo amiga de dos compañeros. Siendo poco conocidos por sus entrenadores, tenían la posibilidad de escaparse del hotel donde se hospedaban para explorar los alrededores.
    El día en que se inauguraba el Festival deportivo, mi tía y sus dos amigos salieron a conocer el sitio. Al tomar el transporte público, eligieron mal el rumbo, por lo que en lugar de ir hacia el centro de la ciudad se dirigían a las afueras de la misma.
    Jóvenes y sin saber qué hacer, decidieron continuar el camino después de escuchar que en esa dirección también había cosas por ver.
    El día estaba nublado y habían tomado un taxi que les propuso llevarlos a una presa que podían visitar. Llegaron al lugar y le pagaron al conductor.
    Caminaron un rato. Sin saber bien qué fotografiar o qué rumbo seguir. Estaban aburridos y algo arrepentidos del lugar que habían elegido cuando escucharon el grito de una mujer. Los tres se asustaron, dieron la vuelta tratando de seguir sus propios pasos. Mi tía propuso buscar a un policía que los ayudara, sin embargo uno de sus amigos le dijo que era muy probable que solo fueran lugareños que buscaban asustarlos.
    Perdidos y cansados alcanzaron a escuchar música a lo lejos. Mientras más se acercaban notaron a un grupo de personas en lo que parecía una reunión, estaban preparando comida.
    Hambrientos como estaban se dejaron guiar por el olor de la comida. Pasaron al lado de dos pequeños niños, pero los niños solo los observaron.
    Llegaron hasta el centro de la reunión. Pero los rostros de las personas no eran amables, los veían con caras molestas, incluso la música se detuvo. En ese momento escucharon nuevamente el grito de la mujer, que estaba parada en una colina cercana, desnuda y cubierta de algo que parecía sangre. Custodiándola había cuatro personas vestidas completamente de negro con máscaras lisas en sus rostros.
    Mi tía Elena corrió, sus dos amigos también. Los tres iban en dirección a un sembradío. En una de las tantas veces que volteó alcanzo a ver a algunos hombres y mujeres del grupo siguiéndolos. A pesar de ser ‘runners’ los hombres los seguían de muy cerca. A uno de sus amigos casi lo agarra uno de los hombres de máscara blanca.
    Llegaron a la carretera y siguieron corriendo. Ya no había nadie detrás de ellos. Voltearon y observaron a unas 20 personas -las que los habían seguido- en el campo que atravesaron, observándolos.
    Siguieron corriendo hasta encontrarse con una camioneta Pickup a la que le hicieron señas. Se detuvo. Era una pareja de adultos mayores, les pidieron que lo llevaran por favor al centro de la Ciudad. Los señores aceptaron. Mi tía y sus amigos se subieron a la camioneta.
    Mientras subían una patrulla llego por detrás. Un policía joven preguntó lo que sucedía, se acercó a hablar con el conductor y con la mirada les hizo saber a los jóvenes que bajaran del vehículo. El policía le dijo a la pareja que él los llevaba.
    Los tres subieron a la patrulla, el oficial les dijo que él solo los podía llevar hasta el límite de su zona y de ahí los mandaría en un taxi. Les dijo que no se separaran de sus entrenadores y que no salieran del hotel. Mientras el policía les daba estas indicaciones, mi tía volteó hacia atrás y observó la Pick Up bajar en dirección a la reunión.
    Llevo conociendo la historia de mi tía hace unos 14 años. Me ha contado las pesadillas que ha tenido después de ese día.
    A veces no son embichados, pero la maldad nos acecha, nos muestra qué está más cerca de lo que parece.
    @1chicacinefila Twitter/X

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  7. Siento que me acecha la Maldad cuando la narcisista de mi jefa me maltrata psicológicamente en el trabajo y se aprovecha de mi necesidad para trabajar para alimentarme. He dicho.

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