
El mes de octubre no solo conlleva la consecuente estabilidad mental tras la depresión postvacacional vivida con intensidad durante el mes de setiembre, también es un mes de melancolía por culpa de un otoño que deja lejos el calor del verano y vislumbra el frío del invierno que está por venir. Por fortuna existen oasis como el Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, Sitges Film Festival, que a base de cine de género nos hace los días menos duros (y más sangrientos). En la crónica de hoy: La vida de Superman, un payaso asesino y la fórmula de la eterna juventud (Sitges 2024).








